Flamenco al fresco
Museo Cuevas del Sacromonte
Con una actuación casera, familiar, comienza la temporada de flamenco en el Museo Cuevas del Sacromonte. Hay que dar un pequeño paseo para llegar a este escenario al aire libre, pero merece la pena. Entre las permanentes vistas a la Alhambra y el fresquito que se impone a esas horas, la visita resulta de lo más agradable. También hay un autobús, inexplicablemente tan sólo uno cada hora, el 34, que nos deja al principio de la cuesta del Barranco de los Negros. Pero la subida no nos la quita nadie.
Arriba, con un precio asequible y durante todos los miércoles y viernes hasta septiembre, podemos saborear el mejor flamenco local, un flamenco autóctono que, en general, se suscribe a Valparaíso y sus alrededores. El Museo es como un oasis donde nos podemos entrecorchetear tomando algún refrigerio mientras saboreamos el arte sacromontano.
Abren el ciclo, como digo, una agrupación de flamencos emparentados con la saga de los Habichuela. Es un flamenco fresco, de consumo inmediato, en el que predomina el cante festero. Sus propuestas no son trascendentes. Parece más como un entrenamiento, como una fiesta privada, que no un conjunto de raíz con perspectiva. Su mejor baza es el entendimiento y el filing que destilan en el escenario. Aunque jóvenes, es reconocible su veteranía entre las tablas y el micrófono. Destaquemos el baile de “La Repompa” por alegrías y por fiesta; destaquemos la voz de Irene Molina que, cuando es más pausada, rezuma gusto y pureza; destaquemos al fin las percusiones de José Antonio Carmona Habichuela y “El Moreno”, sobre todo haciendo un mano a mano al final del primer pase, con el acompañamiento del bajo de Juan Masana.
Como puntos más oscuros podíamos citar una segunda guitarra que, tañida por el cantaor Raúl Molina “Mikel” o por José Antonio Carmona, actuaba como una chicharra enturbiando el toque limpio habichuela de Rafael Santiago; o la verbena formada cuando los coros se arrimaban a la voz principal; o los gallos en el cante descontrolado de Raúl. De cualquier modo, superando el aprobado, supone un buen comienzo para el rosario de noches con sabor que nos esperan en este escenario bajo las estrellas, que cuenta con el sonido cuidado de quien conoce las necesidades del flamenco.
Por este foro pasarán, entre otros, los cantaores Jaime el Parrón, Pepe Luís Carmona, Sergio Gomez “Coloraito” o David Sorroche; los guitarristas Paco Cortés, Miguel Ochando, Luis Mariano, Emilio Maya, Rafael Fajardo o Antonia Jiménez; y los bailaores Angustias la Mona, Juan Ramírez, Ana Cali, Encarni Heredia, Luís de Luís o Jara Heredia.
* Una anécdota no publicada fue cuando, en medio del baile, le hice un comentario técnico a mi padre, que me acompañaba, y una chica detrás nuestra, disfrutando como si fuera su primera vez, me llamó la atención preguntándome si me interesaba el flamenco. Estuve a punto de decirle que sí pero que no entendía mucho.
** FOTO: Rafael Santiago en La Platería.
*** Este artículo no fue publicado en prensa.
2 comentarios
volandovengo -
María -
P.S: además se trata de un autobus turistico, o mejor, un minibus con plazas reducidas.