Reclamos discotequeros
Durante mi mocedad hasta bien entrada mi edad madura, si acaso la he alcanzado (aunque la paternidad obliga, en todo caso), las mujeres entraban gratis a la discoteca. Era algo tan natural como lógico. Donde cae la hembra, el varón va de cabeza.
Era un reclamo obvio, sin retorcidas pretensiones, aparte de la aludida. A veces, se facilitaba el pase, según la época si venías en pijama, enrollado en una sábana, a manera de toga, o en bikini. Era divertido y picante, a veces. Pero nunca escandaloso.
Que me perdonen legalistas, liberales, feministas y demás etiquetados para declarar guerra santa. Lo que ocurre hoy (y ocurrirá mañana, esperemos) es lo mismo. El morbo, lo obsceno, la humillación, está en gran medida en quien lo evalúa. (Más sufre el que ve que el que enseña.)
En Granada se subastan chicas en una discoteca. El fin no lo sabemos claramente. Unos días atrás se subastaban chicos y no pasó nada. Quien quiera entrar en el juego, ser subastado o pujar, es libre. Como si en la fiesta del bikini vas vestido de buzo o con cualquier otro burka.
En Almería, se lleva una copa gratis la que vaya en minifalda, y en Málaga, la que vaya vestida de colegiala. No deja de ser un juego, un reclamo que se merece unas risas. Hay quien se viste de estudiante o usa mini sin proponérselo.
También recuerdo, en mi atolondrada juventud, que había un bar que si tomabas siete, ocho o nueve cervezas (el número no lo tengo muy claro) te regalaban la siguiente (con sus respectivas tapas). Todos los amigos, sin necesidad de mostrar carnéts de identidades, rellenábamos el cupo y a veces lo doblábamos. Eso sí era punible proselitismo alcohólico.
Hay muchas cosas por qué preocuparse. Cosas para escandalizarse y caernos del asombro. Hay mucho qué denunciar y mucho por lo que luchar.
Dejemos en paz a la juventud y al juego de las apuestas. Porque desde que el mundo es mundo tiran más dos tetas que dos carretas (sin ánimo de macho, aunque sea cabrío).
3 comentarios
volandovengo -
Nono, seguro que alguien habrá pensado en la sugestiva falda escocesa y también en Adán y Eva.
n0n0 -
¡Qué corra el aire amigo!
Carmel -