El carisma de Paco Moyano
XXII Festival Flamenco de Huétor Vega
El temor de un tiempo inestable en este principio otoñal ha obligado que el Festival Flamenco de Huétor Vega se haga sobre cubierto. La misma sede de la Peña ha servido de escenario para este evento. Al ser un sitio tan recogido, por otra parte, y no habilitado para albergar todo un festival en uso, se ha dividido en tres jornadas. Perentoriamente, es un poco chocante, y da pie a pensar que este festival se ha perdido, por la propuesta tan descafeinada. A toro pasado (escribo este artículo cuando sólo ha pasado el primer día del ciclo), ha propiciado otro enfoque para estas manifestaciones. Quizá sea una fórmula.
Pero ni las sesiones maratonianas y multitudinarias del habitual aire libre, donde, en muchos casos, consumimos flamenco a granel, ni el flamenco fragmentado y modesto, que da la sensación de todo menos de festival. ¿El término medio? Dejadme que piense…
Paco Moyano es particular, como el patio de mi casa. El primer aplauso es para la peña ‘La Parra’ y su intención de rescatarlo del olvido. Para Paco, el cante es su segunda actividad. Su vida no depende del flamenco. Quizá esto haya precipitado su paso a la retaguardia. Pero hubo un tiempo en que su voz se alzaba contra la injusticia. Paco Moyano es un cantaor comprometido, que ha cantado a poetas sociales, como Miguel Hernández, y ha cantado sus propias letras y ha aprendido de los grandes y ha creado escuela (Juan Pinilla grabó una mariana suya en su disco “Lámpara Minera”).
No esperemos de Paco una tremenda exactitud ni un pellizco gitano. No esperemos un cante arraigado y de reconocida altura. Encontraremos, sin embargo, conocimiento, entrega, gusto y emoción. Su recital no es nada convencional. Parece guiado por impulsos. El ambiente, las horas, conforme pasan, le dan los tonos. Se despereza con abandolaos y sigue con el polo. Por levante se acuerda de Manuel Ávila y acaba como él abandolándolo. Remata su primer pase con tangos del Piyayo. Tras el intermedio, nos sorprendió la vidalita, a la que siguieron cantiñas, seguiriyas y serranas. Y, para acabar su escueta actuación, hizo un romance mairenero por bulerías.
A su lado, la guitarra de Paco Cortés es un dulce salvavidas, que envuelve y recoge el cante como pocas. Si alguien quiere escuchar el toque granaíno por antonomasia que pregunte a Paco Cortés. Y entre Pacos se encuentra el juego. Dos seres carismáticos, que, junto a un cuidado sonido, hicieron pasar una velada entrañable.
Este festival continuó el sábado con la presencia de Luis Heredia ‘El Polaco’ y la guitarra sevillana de Manuel Herrera; y se cerrará el próximo día 17, también sábado, con el recital del bastetano Alberto López.
* Un momento de la actuación (© Pepe Morillas).
6 comentarios
volaandovengo -
No sabía que Amala, quién me tiró de las orejas un poco más arriba, es la hija de Paco. Me quedé sin conocerla.
Isidoro -
Qué derroche de sabiduría, de dolor. Voz dolida, lo repito.
Paco Cortés, inteligente, con reflejos, con recursos, profesional y con pimienta, que les falta a muchos guitarristas. Granadinos, ahí es ná.
El broche, en el trascoro, con permiso, lo supo poner Amala, la hija de Moyano, sutil, con sal de cái en esa vena de artista, graciosa por bulerías, tangos y qué sé yo,...
Irrepetible.
Saludos a Lola.
Gracias por todo.
volandovengo -
El festival es algo que debe cambiar. Los aficionados lo sabemos. Ésta es una fórmula, pero sinceramente no creo que sea la definitiva. Rompería la identidad del evento. Y, lo suyo, es que tengamos festivales, recitales en las peñas, conciertos de barrio, actuaciones en los teatros, etc.
Andalusí -
En cuanto al Festival pienso que es mucho mejor disfrutar de un recital completo de cada uno de los artistas a que vengan a hacer cuatro o cinco cantes y dar el testigo al siguiente. El experimento ha tenido su aceptación: lleno absoluto de la peña, afición en silencio, no ruidos de bebidas, buen sonido, intimidad... vuelve a las Peñas.
Paco Cortés estuvo genial, acompañó con la técnica de la sabiduría al servicio del corazón.
Moyano, cercano, fiel, sincero, a pecho descubierto y recordándonos la raíz del cante.
volandovengo -
(Dos buenos amigos, por otra parte.)
Amala -
No entiendo porque se dice del Romance "marchenero".En todo caso, es muy obvio que Moyano siempre se acuerda de Mairena cuando canta el Romance como ocurrió el Viernes.
Tambien me gustaria destacar la gran sabiduria, arraigo y pellizco que tuvieron sus cantiñas.
Todo el recital me parecio magnifico y estremecedora la gracia y el tiento del toque de Paco Cortés.!Enhorabuena¡