El Evangelio según Juan Andrés
La Pasión
Juan Andrés Maya siempre llena. Tiene sus adeptos, sus seguidores, quienes lo descubren y los que esperamos algún cambio. Siempre hay algún detalle que sorprende.
La Pasión se presenta como un conjunto de individualidades, que hacen un todo, ante la batuta personal de Juan Andrés. Antes de que el Musical Flamenco diera comienzo, se brinda un Homenaje a la Saeta. Tan sólo un dulce apunte de cinco o seis minutos en el que tenemos que aplaudir sin discusión el cante de Pepe Luis Carmona y el coro final en el Cristo de Machado.
Juan Andrés estrenó La Pasión en la primavera de 2005 en el Palacio de Congresos. Desde entonces no ha habido modificaciones sustanciales. Sólo cambia parte del elenco y, lo que es de agradecer, el tratamiento final es menos fuerte, con menos sangre y dolor que en la primera versión.
La obra en sí sigue el guión de pasión, muerte y resurrección de Jesús de Nazaret. Quizá, el tratamiento de la historia, las actuaciones algo forzadas y el simbolismo expreso, restan potencial a una obra que en concepto puede dar mucho de sí.
En momentos resulta demasiado largo, demasiados artistas en un escenario limitado, demasiados decibelios para un sonido que no llegó a estar controlado en ningún momento. Los micrófonos no sonaban cuando debían y a veces se acoplaban. Nada importante ante un público incondicional y expectante.
Algunas actuaciones individuales fueron más que notables. Destaquemos la danza de Ana Arroyo (Satanás) bailando O Fortuna, el preludio de Carmina Burana de Carl Orff; destaquemos la soleá de Alcalá que canta con respeto y precisión Pepe Luis y baila con pasión y reposo Jara Heredia; destaquemos el baile por jaleos de Raimundo Benítez.
También hay madera, y mucha, en las actuaciones de Alba, Moisés, Iván o Estela. Aparte de esto, todo es evidente y lineal entre tanta rumba, bulerías y tangos. Por eso suenan con cierta frescura la petenera, que baila con pasión Raquel Heredia, o los cantes de levante.
Un aplauso final merece la entrega Juan Andrés Maya (Jesús). Un bailaor y coreógrafo que está empeñado en triunfar en esta tierra tan difícil y sacar a los suyos adelante.
* Ana Arroyo interpretó el papel del diablo (y en verdad estuvo tentadora).
2 comentarios
volandovengo -
Conpatines -
Besos, degusto toso tus árticulos con gran placer.