Dobles
El otro día, disfrutando de nuevo con Pulp Fiction, esa joya de Tarantino, volví a reírme con una anécdota que contaba Bruce Willis casi al principio. Decía que, en un concurso de dobles de Charlot, se presentó Chaplín y quedó tercero.
(Hay, ha habido y habrá, cantidad de cantantes excelentes que nunca pasarían la criba de Operación Triunfo.)
Esto me recordó la idea del doble. Hay quien destina su vida a ser como otro. En Las Vegas encuentras dobles de Elvis (y de Marilyn y de Michael) por todos lados.
En Japón hay dobles de los flamencos, que no sólo los imitan a la perfección, sino que adoptan el nombre de su modelo.
Así encontramos a un Paco de Lucía japonés o a un Cepero. Incluso el presidente de la peña de Tokio se hace llamar Pepe (lo conocí hace un par de años).
Pedro Peña, hermano de ’El Lebrijano’, comentaba en una entrevista en Radio 3 que, estando en Japón, conoció a su homónimo, que era perfecto, según el guitarrista. Demostró que bordaba uno de sus discos. Lo hacía todo increíble, termina Peña, era perfecto hasta en los fallos del disco.
2 comentarios
volandovengo -
Alberto Granados -