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volandovengo

Un trocito de cielo en Montejícar

Un trocito de cielo en Montejícar

El techo del Instituto de Enseñanza Secundaria de Montejícar se ha cuajado de estrellas para recibir a otro astro más humano. El martes, 11 de mayo, Estrella Morente se desplazó desde su casa actual en Málaga hasta un pueblo perdido en los montes del oriente granadino para compartir una mañana con los alumnos.

Desde hace varios años, Paco Julio, un profesor amante de su trabajo, está desarrollando en su centro educativo unas jornadas de acercamiento al flamenco a través de sus figuras femeninas. Se han estudiado artistas de la talla de Carmen Linares, Carmen Amaya, Pastora Pavón o la ‘Niña de la Puebla’ y, desde hace cuatro años, con la presencia de la mujer estudiada. Así, por las aulas del Instituto han pasado Marina Heredia, Eva Yerbabuena, Belén Maya y, en esta ocasión, Estrella Morente.

La incertidumbre de su presencia se tuvo hasta que se le vio bajar del taxi. Cómo una estrella (valga la redundancia) de ese calibre se prestaba a algo tan marginal, minoritario y de tan escasa repercusión. Pero terminamos conviniendo, Morente incluida, que esto no era una actuación perdida, sino el acto necesario que debería existir permanente y espacialmente. Que Montejícar sirva de ejemplo pionero para seguir e imitar. Es una vergüenza que nuestros niños y jóvenes sepan de música clásica y de rock, de operaciones triunfo y eurovisiones y estén tan alejados de nuestras raíces y nuestro poso folklórico-cultural.

Durante algunos días, los educandos, con el apoyo de absolutamente todo el profesorado, se han volcado en preparar este día, con proyecciones, charlas, vídeos, talleres… hasta ornar el cielorraso como he dicho y las paredes de los pasillos con murales alusivos a la artista y su mundo. Esto se complementa con una exposición de fotografía de gran formato y unos tientos-tangos que compuso el mismo profesor para la ocasión.

Estrella, que comenzó perdida y algo amodorrada del viaje, se iba entusiasmando poco a poco. El trabajo continuo, el interés hacia el flamenco y hacia su persona en particular, junto a una charla espontánea y algunas preguntas de los chicos atentos, terminaron de convencerla, y con el firme propósito de elevar esta actuación solapada hasta las cumbres más altas para que se tuviera en cuenta y cundiera el esfuerzo.

Estrella habló de todo. Se sentía a gusto y feliz al ver las caras anhelantes de sus jóvenes seguidores. Entre algunas anécdotas de su mundo, adelantó el lanzamiento de su próximo disco, que va a ser muy flamenco, y que proyecta vivir en Granada donde, entre otras cosas, "te traen el pan a la puerta de casa".

Su alocución, llena de consejos y guiños a sus predecesoras, estuvo enriquecida por un poquito por bulerías, haciéndose compás con los nudillos en la mesa, a la manera de María la Sabina. Para terminar su intervención, con generosidad y gracia, interpretó el famoso “Volver” que sirvió de banda sonora a la película de Almodóvar.

La mañana terminó con un maratón de fotografías oficiales y personales, cientos de autógrafos y, con ramo de flores y regalos varios para la cantaora, se la despidió con la promesa de que volvería a enseñarle a sus hijos ese trocito de cielo.

2 comentarios

volandovengo -

Esta iniciativa, como muchas otras, podían haberse establecido hace mucho en los colegios e institutos. La pena es que, ahora que está tan fácil, sigue imperando la política del mínimo esfuerzo y de la cartilla institucional.

Lara Cano -

¡Qué bueno! Ojalá me hubiese tocado a mí de pequeña algo así, poder aprender de todas ellas desde el pupitre.


"Es una vergüenza que nuestros niños y jóvenes sepan de música clásica y de rock, de operaciones triunfo y eurovisiones y estén tan alejados de nuestras raíces y nuestro poso folklórico-cultural."

Totalmente de acuerdo.