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volandovengo

El arma secreta

El arma secreta

“¿Sabes qué?”, es la pregunta continua de mi hijo Juan para contarme sus cosas. La mayoría son geniales de una frescura y un cándido surrealismo encomiable. Debería apuntarlas más a menudo, pero no daría abasto.

Hoy me ha contado un episodio vivido en la hora del recreo. No sé si sabré contarlo con la soltura y la gracia que tiene mi niño, pero la anécdota merece ser reflejada.

“¿Sabes qué?”. Juan paseaba con un amiguillo de su clase, cuando llegaron dos niños (niño y niña) de tercero, de unos 8 años, que buscaban pelea.

El compañero de Juan, también de 6 o 7 años, le dijo a éste que empleara su “arma secreta”. Entonces ambos acosadores salieron a correr temiendo lo indecible.

Juan salió tras ellos y alcanzó a la niña. Sin piedad atacó con su “arma secreta”, que es nada menos que el “super abrazo”, a veces hasta con beso.

La chica, viéndose presa del mortal abrazo, se rindió incondicionalmente.

Los dos pequeños rieron; habían ganado la batalla.

5 comentarios

volandovengo -

Hay que abogar por ser antioso, que si se aman a tortas, nosotros peleamos a besos.

José Manuel -

Ya sabemos que de tal palo...

Alberto Granados -

No se equivoca tu hijo: un abrazo, un beso, una caricia son armas que ganan batallas, sólo que no siempre funciona.

volandovengo -

Puede que, desde nuestra perspectiva, veamos una versión infantil de "haz el amor y no la guerra", para ellos es el "arma secreta" que dicen, sin conocer muy bien sus efectos.

B -

Realmente creo que nadie salió perdiendo...tampoco la niña.