El portero kafkiano
Para la Feria del Libro pasado en mi ciudad de Granada, con motivo de un partido de futbito que organizamos la Asociación del Diente de Oro entre poetas y narradores, editamos un librito plural en forma de cartón y papel reciclado, como venimos acostumbrando, con el título Letras a Panenka para la ocasión.
En dicho cuaderno aparecían los textos y poemas de algunos miembros de la Asociación, algunos jugadores en dichos equipos. Casi todo el contenido son poemas relativos al mundo del fútbol y algunos cuentos breves. Yo, aporté el mío, que repensé con ayuda de mi hijo ("porque tú no tienes mucha idea de fútbol, papá"), que ahora les cuento:
Entre los cuatro metros que separan los postes de la portería de aquel estadio, atento se halla el guardameta del equipo visitante. En pleno centro y concentrado, se enmarca el individuo con la red de fondo. Sus rodillas flexionadas y los guantes de mayor. Con su pantalón corto y su camiseta remangada controla con siete ojos el posible avance de los delanteros del conjunto adverso o la llegada del cuero pentagonal.
Han pasado muchos minutos sin presencia de balón o de alharaca alguna. Pero, cómo moverse de su puesto cuando el descuido es la ocasión más peregrina para soportar un golazo. Cómo decir en la noche que se apaguen las luces que lo ofuscan si la penumbra deseada también ocultará al esférico que rueda presto al cuadrilátero.
De esta forma el cancerbero vigila la puerta de un infierno que puede estar vacante por ausencia de jugadores ajenos.
2 comentarios
volandovengo -
Carmen -
Buen Cartón aquel. Buen partido. Grandes risas! Gracias por recordarlo, Jorge.