Una noche redonda
Después del artículo anterior, es decir, después de ver a Sorderita en La Chumbera, dirigí mis pasos a La Platería que prometía calidad. No me equivoqué. Sonia Miranda es una cantaora sevillana afincada en Almería sobrada de facultades y generosidad. Le acompañaba a la guitarra un preciso Paco Cortés, tocaor granadino de acompañamiento que arropa como pocos. Respetuoso con el cantaor y exacto e sus incursiones, arranca sinceros aplausos de admiración.
Sonia, homenajeando la tierra que la acoge, se templa por granaínas, en las que arriesga y eleva su mismo listón. Continúa por tientos tangos, con su poquito por Granada, en los que también se acuerda de Morente y su maravilloso Lenguaje de las flores. El soniquete por tangos del guitarrista granadino es de matrícula de honor. Para las agradecidas marianas aporta letras originales. Esta primera parte termina por malagueñas. La única objeción acaso es la repetición rítmica. Las marianas no pueden seguir a los tangos, que son primos hermanos, y, si ha empezado por granaínas, no abordes malagueñas, que adquieren un mismo tratamiento fandangueril, puesto que en un principio se consideraban las dos cantes de levante.
La segunda parte será más rica. De las farrucas pasa a las cantiñas y de éstas a la seguiriya. Termina por bulerías.
* Sonia Miranda y Paco Cortés en la peña del Taranto de Almería, en mayo de 2011.
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