Lo que sé de los coches de caballos
Hace unos días le comentaba a Natasha que había encontrando un término susceptible de ser incluido en mi archivo de coches de caballos.
¿Tienes un archivo de coches de caballos?, preguntó asombrada.
Sí, le respondí, tengo un archivo de todo lo que me llama la atención.
Así tengo un archivo para los asuntos de piratas y otro para las sirenas, uno para las islas flotantes y otro para los antropófagos, uno para los santos y otro para la caléndula…
Los archivos no son exhaustivos ni metódicos, al contrario, son lacustres, es decir, llenos de lagunas, como decía Monterroso, arbitrarios y contingentes, enriquecidos con citas, más o menos citables, y reflexiones personales, a veces tan sólo a modo de apunte marginal o de anotación, si de un cuaderno se tratara, orillado al margen.
De esta manera, puedo contar que las calesas eran coches de dos ruedas y un caballo; que las berlinas eran coches cerrados, de cuatro ruedas, dos asientos y vidrios; que a esta berlina también se le llamaba cupé, aunque cupé también era el compartimiento que estaba situado delante de la baca, que era el sitio en la parte superior de las diligencias y demás coches, donde podían ir pasajeros y se colocaban equipajes y otros efectos resguardados con una cubierta; que esta cobertura o tejadillo se conocía con el nombre de imperial, que también era el sitio con asientos que algunos carruajes tenían encima de la cubierta.
Puedo decir también que las estufas eran carrozas acristaladas; que el charabán era el coche de caballos descubierto, con dos o más filas de asientos; y la carretela, de la que habla Tolstoi, tenía cuatro asientos, con caja poco profunda y cubierta plegadiza.
Los franceses usan el término fiacre para referirse al carruaje pequeño tirado por caballos; y los rusos llaman troica o troika al trineo tirado por tres caballos.
Incluso diré que la barriguera es la correa que se pone en la barriga a las caballerías de tiro, siendo el tiro el conjunto de caballerías que tiran de un carruaje; que el tronco es el conjunto de estas mulas o caballos, que suelen ser dos o más; que la lanza es la vara de madera que, unida por uno de sus extremos al juego delantero de un carruaje, sirve para darle dirección, enganchando a sus lados las caballerías del tronco, que han de hacer el tiro.
Y ya puestos, el pescante es el asiento exterior desde donde el cochero gobierna las mulas o caballos; la caja es la parte donde van sentadas las personas; y el estribo es el escalón que sirve para subir o bajar de los carruajes.
Ahora dejadme que cuente la expresión de tiros largos que viene al pelo. Se usa tal modismo refiriéndose al que va elegantemente vestido o muy arreglado. Insinúa que, cuando el tiro del coche era corto, con uno o dos caballos o mulas, su dueño iba de calle; si era largo se iba de fiesta, o sea, de gala, lo que se podían permitir casi tan sólo el rey y la grandeza.
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Natasha -