El festival más longevo
XXXVII Festival Flamenco "Lucero del Alba" de Salobreña
El Lucero del Alba, con sus 37 ediciones, es el festival decano de la provincia de Granada. Sus múltiples escenarios han visto desfilar los artistas de primer orden de la escena nacional, desde El Chocolate a José Menese, Carmen Linares, Paco de Lucía o Chano Lobato. Este año, en el inmejorable marco de la Casa Roja de Salobreña, acude como cabeza de cartel uno de nuestros artistas más carismáticos, el cante académico de Calixto Sánchez, precedido por Julián Estrada, los hermanos Fajardo y el grupo de baile de Silvia Lozano.
El maestro de Mairena del Alcor culminará el Festival cubriendo con creces las expectativas de un auditorio entendido. Calixto se templaría con unas tonás, para continuar con granaínas, a petición de los organizadores de este evento, la Peña Flamenca La Trilla. Desde los primeros tanteos, este largo cantaor destaca por la selección de sus letras, nada ortodoxas y llenas de mensaje. Muestra de ello, apreciamos en su tercera entrega, un poema de Machado por la pérdida de su amada Leonor, en forma de milongas. Muy aplaudidas son también son seguiriyas, ese sentimiento trágico y desgarrado. Y, después de la pena, vienen unas alegrías que se acercan más por su contenido a la guasa de los fandanguillos que a las cantiñas. Canta también unos fandangos naturales y finaliza con unas preciosas bulerías que remata con una habanera del inmortal Carlos Cano.
La guitarra de Manolo Franco es precisa y respetuosa. Su experiencia y la finura de sus formas, hacen de él la perfecta pareja para cualquier cantaor. Anteriormente, también acompañaría al cordobés Julián Estrada que, con su potencia y los altibajos de su voz, impone su presencia y su larga proyección. Comenzará por malagueñas y abandonaos, a los que seguirá una soloeá, unas alegrías, unas milongas y unos fandangos valientes.
Los Hermanos Fajardo, José a la guitarra y Julio con su voz, ponen el tinte local en un festival de lujo. Con su cante antiguo y su tono agudo, abordan los palos con sentimiento pero algo acelerados en su plenitud. Rápidamente, abrirán con malagueñas, que hilvanan con tientos-tangos, farruca, alegrías y fandangos.
Con una pincelada por alegrías al comienzo y otra por soleá por bulerías antes de la actuación de Calixto Sánchez, el grupo de baile de Silvia Lozano, llena el espacio de luz, con profesionalidad y buen gusto. No en vano, Silvia, oriunda de Huétor Tájar, se destaca entre las bailaoras granadinas más prometedoras del momento.
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