Bustrofedon
Mi abuela cosía para un lado y cuando llegaba al final, se cambiaba la aguja de mano y cosia con la otra hacia el otro sin mayor esfuerzo. Para ello tenía un dedal en cada mano y una rara habilidad que le permitía no retorcer el paño. Era ambidiestra, como mi hermano. Aunque por distintas razones. El primogénito de mi familia en realidad es zurdo. Un zocato al que le obligaron usar la mano derecha. En el colegio de los Maristas, en una época en que usar la mano izquierda para comer o escribir era un defecto tan aberrante como la homosexualidad. Era un vicio nefando. Una tara que había que erradicar y corregir con jarabe de palo, que era el único remedio eficaz ("la letra con sangre entra").
Hoy en día, el hijo de mis padres, utiliza las dos manos. Para comer y escribir la derecha (como Dios manda) y para las acciones de fuerza la siniestra. ¿Ambidiestro? Puede. Es como el niño bilingue, nacido en un país determinado, con una lengua específica, pero de padres foráneos, con distinto idioma.
La historia de la escritura es curiosa. Para los occidentales es normal escribir (y leer) de izquierda a derecha. Además está bien pensado, porque así, si escribiéramos todos con la diestra, vemos lo que estamos escribiendo, sin taparlo conforme avanzamos y sin que se corra la tinta (cuando se escribía con pluma). Los árabes y otros pueblos, sin embargo, escriben de derecha a izquierda (¿es que todos son de izquierda, como los cubanos?). Y los orientales hilvanan sus caracteres clásicos, además de hacia la izquierda, de arriba abajo.
El colmo, sin embargo. La maravilla entre los estilos de garrapatear letras, una detrás otra, se la llevan los persas y algunos otros pueblos de la antiguedad, como los habitantes de la Grecia arcaica (los que supieran escribir). Se conoce como Bustrofedon o bustrófedon, que designa al tipo de escritura o al modo de escribir que consiste en redactar alternativamente un renglón de izquierda a derecha y el siguiente de derecha a izquierda.
Como se ve puede ser un ahorro de energía al no tener que levantar la mano del papel, papiro o tablilla. Además, se me antoja, el sistema más democrático de escribir y leer. (Durante un tiempo estuve leyendo con el libro bocabajo, pero esa es otra historia.)
2 comentarios
Hueso -
alma loquilla en el mundo -
Muy interesante todo esto que nos cuentas, Jorge. Cada dia voy descubriendo cositas con tus lineas, que son como pequen'os cuentecillos contados a traves de los siglos. Como decimos entre bromas algunos amiguetes, cuando nos gusta por alguna extran'a razòn, perdona por la expresiòn, "muy buena mierda" a la par que interesante