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volandovengo

Galletas

Galletas

Antes de antes, recordamos los que tenemos cierta edad, o quizá más, que las galletas eran unas, y raramente las había en casa. Las galletas eran redondas y sabían a galleta, siempre igual, era lo que esperábamos.

En momentos extraordinarios, ya avanzado el tiempo, atendíamos a alguna variedad, llámese campurrianas o napolitanas (de gran formato y con azuquillar por encima). A veces, las menos, nos llegaban algunas galletas más sofisticadas de allende los Pirineos. Ah, y se me olvidaban las "Chiquilín", otro lujo postrero.

Ahora, mi niño sólo quiere galletas de coche, o sea, en las que viene grabado un coche loco en su anverso. Aunque también las hay de aviones, de monstruos o de dinosaurios (recortando la forma del animal cuaternario).

Hay muy distintos formatos de galletas, también hay galletas rellenas (de chocolate, de nata, de fruta), hay galletas con sabores, hay galletas integrales, con fibra, que no se deshacen al mojarlas en leche (a veces, lo que queremos es precisamente que se deshagan en la leche).

Yo, sin embargo, en el caso de que coma galletas, sigo prefiriendo las redondas, las de toda la vida.

7 comentarios

volandovengo -

Se agradece el ¿cuento), joven llanos. Recuerdo también esas galletas, pero, sobre todo, en casa ajena. Aunque la ley tácita de no empezar la de abajo hasta acabar la de arriba, se promulgó para incumplirla.

n0n0 -

...y cuando llegaba una caja de surtidas de dos pisos, menuda fiesta. Había una especie de ley no escrita que prohibía acceder a la planta baja mientras las galletas de la primera capa no se hubieran agotado (por supuesto siempre se infringía la norma). Era curioso ver como iban desapareciendo en función de la cantidad de chocolate, para quedar al final las mas sosas en apariencia, que terminaban cayendo igualmente. ¡Cómo sabían a gloria esas "marginadas"!

joven llanos -

Te respondo con un cuento (no conozco el autor)

Bolachas, como muchos de ustedes deben saber es la traducción que los portugueses usan para esta deliciosa golosina: Las Galletas.

Mi abuelo siempre me ha llamado así, “Bolachas”, según él porque mi madre no dejo de comerlas durante el embarazo y también porque al nacer, y siempre desde su percepción, yo olía “como una bandeja de galletas recién hecha”.

Adoro las galletas, en casa las hay de todo tipo y nunca me canso de comerlas. En el cine, viendo tele, mientras leo, cuando conduzco, en la bañera, frente al portátil, de postre y desayuno.

Un cigarro, un café y una galleta es el momento perfecto del día, y si hay que mejorarlo, pues un libro nunca viene mal.

Bolachas suena mañana de invierno, a calcetines rotos, a las mantas de mi abuela y por supuesto a las innumerables series, libros y películas que degustaba y degusto cada vez que el tiempo lo permite.

Mis autores favoritos tienen un sabor añadido, así Michael Ende tiene el honor de ser leído mientras mastico galletas de chocolate blanco. Chandler las crujientes con queso, Sallinger de anís con pasas y un toque de romero. Y el especial entre todos Roald Dahl con su estupendo regusto a cannabis.

Espero estar a la altura de vuestro sabor predilecto y que ustedes lleguen a recordarme una bolacha única. Quizás logre inventar una buena mezcla de ingredientes.

un saludo, amigo

volandovengo -

No siempre se acierta con las galletas, pero sí con los recuerdos. Un saludo a los tres. ¿Qué son bolachas? Mi niño es aficionado a Barrio Sésamo desde que empezó a ver la tele.

manoloengeneral -

ey que buenas las galletas y el barrio sésamo, enséñale algun programa a tu niño , que yo se lo pongo a mis sobrinos y le han cogido más afición que al chinchan ese.
un abrazo, amigo

joven llanos -

¿y que me dices de las bolachas amigo? nosotros nos alimentábamos mejor, eso sin dudarlo

Patón -

Razón que tienes. Para mí, las galletas Napolitanas son como la magdalena de Proust.