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volandovengo

El hombre es un lobo para el hombre

El hombre es un lobo para el hombre

Cuando yo estudiaba Historia, había un seminario permanente, una especie de postgrado, que se llamaba La paz y los conflictos. Se trataba de analizar la historia de la humanidad por medio de los enfrentamientos y las amistades.

Nunca coincidí con dicho seminario, pero las referencias a él, en otras asignaturas eran frecuentes. Sin embargo, me preguntaba, y aún me pregunto, si la paz era real o era una ausencia de guerra declarada.

¡En la guerra todo vale!, es repugnante.

El hombre, y el día a día así nos lo recuerda, es violento y cruel. Nadie se libra. Por muy pacíficos, tolerantes y fraternales que seamos, tenemos que tener un instinto asesino exagerado para nuestros congéneres.

Ya lo dijo Hobbes (s. XVII), "homo hominis lupus", el hombre es un lobo para el hombre. En el “estado de naturaleza” el hombre vive una guerra de todos contra todos.

Es tremendo, pero qué si no son los acontecimientos que vivimos. Abro el periódico y tiemblo, oigo las noticias y me indigno, veo los diarios televisados y me pongo a llorar.

Temo que algunos conflictos están de "moda" (entiéndase: tienen más repercusión mediática) y nos volcamos más con su causa, nos sensibilizamos más. Pero hay otros muchos que duelen por lo anónimos e indefensos.

No sólo Gaza, sino también Irak, Afganistán y gran parte del Próximo Oriente. También Egipto y Guinea y prácticamente toda África. Y el continente suramericano. Y Centroamérica. Y la violencia en Estados Unidos y las desapariciones en México y la inseguridad, la inmigración, la desigualdad, la corrupción, la doble moral... en muchos países europeos. Eso sin hablar de la violencia de género, el terrorismo, el desempleo, los atentados contra la naturaleza, etc.

No podemos renunciar a nuestra condición de ser humano. Hay organizaciones, individualidades que luchan contra todo eso, pero es insuficiente.

¿Será esta violencia atroz el verdadero estigma de Caín que todos hemos heredado?

* Uno de los cientos de hombres en Gaza con el cadáver de su hijo en los brazos (debe tener más o menos la edad del mío).

** (Intento restarle dramatismo quitándole el color para poder seguir abriendo este blog sin problemas y no deshacerme por las costuras).

 

2 comentarios

volandovengo -

Me alegro de que pongas este texto, B. Es de los pocos poemas que me sé casi de memoria. Lo tengo siempre presente y es el que proponía cuando se organizaban las "24 horas por la paz" en Granada.

B -

A propósito, César Vallejo.

Masa

Al fin de la batalla,
y muerto el combatiente, vino hacia él un hombre
y le dijo: «No mueras, te amo tanto!»
Pero el cadáver ¡ay! siguió muriendo.

Se le acercaron dos y repitiéronle:
«No nos dejes! ¡Valor! ¡Vuelve a la vida!»
Pero el cadáver ¡ay! siguió muriendo.

Acudieron a él veinte, cien, mil, quinientos mil,
clamando: «Tanto amor, y no poder nada contra la muerte!»
Pero el cadáver ¡ay! siguió muriendo.

Le rodearon millones de individuos,
con un ruego común: «¡Quédate hermano!»
Pero el cadáver ¡ay! siguió muriendo.

Entonces, todos los hombres de la tierra
le rodearon; les vió el cadáver triste, emocionado;
incorporóse lentamente,
abrazó al primer hombre; echóse a andar