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A través del Estrecho

A través del Estrecho

XII Muestra Andaluza de Flamenco

Los Veranos del Corral

El Estrecho es más estrecho con la Checara Flamenca. El Corral del Carbón se reserva un día para asomarse a la ventana y contemplar el flamenco menos ortodoxo, que no más nuevo porque, desde “Macama Jonda” (1981) de José Heredia Maya, esta orquesta andalusí de Tetuán ha ido absorbiendo el flamenco en recitales y grabaciones, colaborando con Enrique Morente, Carmen Linares, Segundo Falcón o Arcángel. Quizá fueron los pioneros, junto a Lole y Manuel, en esto de fusionar música árabe y flamenco, pero a lo largo de estos años tenemos ejemplos tan reconocibles como El Lebrijano con la Orquesta Andalusí de Tánger, Ketama o Radio Tarifa.

Aunque es una apuesta necesaria que hizo vibrar al público, resultó un tanto simplista. En otros foros han estado más acertados. El contraste, la novedad, se acogió con expectativas. Pero puede que desde el segundo tema acabara la sorpresa. No sé, algo cansados, algo repetidos, faltos de luz…

El aire de fiesta impera en el primer tema. Fue la presentación novedosa de Jallal Chekara al violín, Youssef El Hossaieni con el laúd, Mouhssine Kuraichi percusionando la darbouka y su interacción con Alfredo Mesa a la guitarra y el compás de palmas.

Pronto aparece Mari Ángeles Gabaldón bailando unos tangos de Málaga algo acelerados. Las voces árabes se alternan con el cante flamenco de Vicente Gelo y de Alicia Acuña. La bailaora no se muestra muy fina. Tal vez más espesa que de costumbre. Límite que se suavizará en las siguientes entregas.

Habib el Kamar es la tercera pieza que se muestra, un éxito en su discografía, que se canta en su dimensión flamenca por rondeñas y abandolaos.

Mª Ángeles vuelve a aparecer con bello vestido irisado y manila para bailar soleá por bulerías. Buen intento de aunar el baile oriental y el flamenco. Notable vuelo del mantón. Exclusivo.

Los músicos quedan solos nuevamente para plantear una farruca clásica que se hace cuplé a los postres con La bien pagá por bulerías (bien por Vicente).

En los tanguillos llamados Amulati, Alicia se hace fuerte con el tradicional Ábreme la puerta verde, interpretando su segunda mitad a boca de escenario, a pulmón descubierto.

El recital termina con una seguiriya notable en la voz dulce de Vicente, que baila Ángeles con cola negra y palillos. Como bis, aunque más que programado, interpretaron La Tarara, un que los identifican desde sus primeros flirteos con el flamenco y la canción popular andaluza, haciendo participar el público.

La Chekara-flamenco volverá a actuar el 25 de agosto, miércoles, en el Museo Cuevas del Sacromonte, dentro de su programa estival Entre Moriscos y Gitanos.

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