Somos Patrimonio
Desde el martes, 16 de noviembre de 2010, el flamenco es considerado por la Unesco Patrimonio Inmaterial de la Humanidad. Es una gran noticia que nos afecta a todos: artistas, promotores, aficionados… y también a los teóricos del género.
Las palabras que más se oyen son de ilusión, de orgullo, de merecimiento. La felicidad se ha instalado en el corazón de los flamencos y ha alimentado el batir de alas de sus esperanzas. En toda Andalucía y adyacentes (Extremadura, Murcia, Barcelona, Madrid…) se suceden las declaraciones y los programas destinados a celebrar este acontecimiento.
Ya lo probamos en 2005 y casi nos alegramos de no haberlo conseguido, nos alegramos de que el flamenco no sea una manifestación extinta, sino algo vivo y es efervescente. Nuevamente, con otras premisas, acudimos a la Unesco este año para que considerara el flamenco patrimonio de la humanidad. Y ahora sí. Ya estamos titulados.
Yo, por mi parte, tengo ideas encontradas. Por supuesto que me alegro de este reconocimiento mundial y merecido; pero por otro lado siento que va a alimentar a ciertas personas y al flamenco de base no le va a cubrir sus expectativas. Pienso, como decía Paco de Lucía, este espaldarazo le hubiera venido bien al flamenco hace 20 o 30 años pero ahora quizá lo necesite menos que nunca. O pienso como Enrique Morente que la humanidad es patrimonio del flamenco y no al revés.
Hoy por hoy, el flamenco está en la mejor situación de toda su historia. El flamenco recorre el mundo y es admirado por todos. Hay academias de flamenco por todos los rincones del globo, en los cinco continentes. Nuestros flamencos se ganan la vida, a veces de mejor forma, cruzando nuestras fronteras. Ya sea en una gira mundial, ya sea en festivales internacionales, ya sea estableciéndose en cualquier punto y difundir sus enseñanzas.
El flamenco así ha crecido como nunca. Tenemos "imitadores" tan alejados, no sólo espacialmente, sino culturalmente. Como pueden ser los tradicionales japoneses, pero también americanos o norte europeos. Nunca el flamenco había sido tan patrimonial, de todas las naciones. Nunca el flamenco había sido tan respetado y reconocido. Nunca el flamenco había gozado de tan buena salud.
¿Qué le pediría a este galardón para que fuera realmente eficaz?, ¿qué le pediría para convencerme de su utilidad universal?
Está claro que el flamenco ha traspasado un umbral necesario para ser admitido por todos, para ser respetado y no pensar que es una música de segunda fila, que no tienen nada que ver con el lenguaje culto de otras manifestaciones con partitura.
Ahora bien. Este título debe tener ventajas, pero también obligaciones. Viajaremos por el mundo con un marchamo de calidad, se nos abrirán muchas puertas, se nos tratará mejor, como algo para salvaguardar.
Necesitaría el flamenco, siendo patrimonio de la Unesco, que afectará a todos por igual, a todos lo artistas en especial, a los que antes y a los de ahora, a los grandes y a los chicos, vivan donde vivan, estén donde estén. Y, por ejemplo, si hay algún dinero, que lo habrá, alguna subvención, que la habrá, que llegue a todos.
Pero la necesidad no es sólo económica, es necesario aglutinar voluntades. Necesitamos dar un paso cualitativo hacia delante y unificar el flamenco en las ciudades, que haya una asociación sería, que cuide del flamenco y de los flamencos, que mire por sus intereses, que luche por sus derechos, que, como dijo Curro Albayzín, cuide de la jubilación de sus mayores, que esté protegido social y sanitariamente…
Debemos de comprometernos en darle dignidad a este galardón, en unirnos como nunca e ir todos a una, en responder con el fisco, el seguro y los impuestos, en no dar gato por liebre, en huir del ’todo vale’, en ser consecuentes con lo que hemos sido, con lo que somos y con lo que deberemos llegar a ser.
9 comentarios
volandovengo -
Paki -
volandovengo -
jess -
Jorge me has emocinado.Gracias
jess -
volandovengo -
Alberto Granados -
Mi felicitación para todo le mundo del flamenco.
volandovengo -
Lara -