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Colombianas

Colombianas

"Quisiera, cariño mío,
que tú nunca me olvidaras,
que tus labios con los míos
en un beso se juntaran
y que no hubiera nadie en el mundo
que a ellos los separaran".

Aunque la colombiana está considerada dentro de los cantes de ida y vuelta, no sólo por su nombre sino por sus claras influencias latinoamericanas, se conoce que es una creación personal de Pepe Marchena.

Sabicas decía que: “entonces estaba Marchena, es el que sacaba todos los cantes. Iba yo con él, de chavalico, que solía llevarme, y cuando no, lo encontraba en todos los sitios (...). Perdone usted, ¿qué cante ese? Pues un cante que estoy haciendo ahora el mismo; y le puso la colombiana”.

El guitarrista Ramón Montoya también se la escuchó un día y, como Sabicas, le preguntó qué cante era ese (aunque me temo que es la misma anécdota). Marchena le respondió: “Pues un cante que estoy haciendo ahora mismo, que lo acabo de crear, la colombiana. Pero, claro, no puedo poner colombiana en el programa porque de colombiana no tiene nada, la gente se va preguntar que por donde esta Colombia ahí, que no la encuentran. Entonces le pongo “creación” y a cantarlo se ha dicho”.

Ramón Montoya realiza en 1932  una nueva versión de la colombiana acompañando a Marchena y al Niño de la Flor, que hacia la segunda voz y, en 1933, la grabará de nuevo con letra de Hilario Montes titulada "Quisiera cariño mío", donde se añade los matices que poco apoco van configurando la estructura melódica del genero tal y como lo conocemos.

Romualdo Molina, en la Historia del flamenco de Tartessos comenta: “Eugenio Cobo afirma haber conversado con el propio Rafael Nogales, testigo de la presentación pública de la colombiana, que le comentó que Marchena se había basado en una canción popular del País Vasco titulada El pájaro carpintero”.

La primera letra con que la graba Marchena en 1931 es “Soy un pobre benedito”, y pertenece a una coplilla mexicana. Aunque no sabemos la aportación real de Marchena.

Su estructura métrica es de seis versos octosílabos aunque no siempre se respeta esta medida, y se basa en el compás de tangos (4x4). Pronto se le añadió estribillo, siendo los más conocidos los de “Oye mi voz” y el de “Ven a mí y cantemos los dos”. Inicialmente, de acuerdo con lo concibió Marchena, se solía cantar a dúo, aunque esta moda no perduró en el tiempo. De hecho, el propio Marchena, en su primera grabación la realizó con el Niño de la Flor. El dúo que más fama ha adquirido ha sido el compuesto por la Niña de la Puebla su marido Luquitas de Marchena, en el que acoplan una especie de diálogo cantado que seguramente tiene un origen bastante anterior y que se inicia con la letra “Arroyo claro, fuente serena”.

Posteriormente a Marchena, fue grabada por la Niña los Peines, el Carbonerillo, el Americano, Angelillo, el Chato de las Ventas, la Niña de la Puebla, Carmen Amaya, El Niño de la Huerta, José Palanca y Juan Valderrama, entre otros (Incluso él celebre Manuel Vallejo, que realizó de ella una adaptación festera, mezcla de colombiana y tango, y cuya grabación fue publicada en 1934). En los últimos años se abre una nueva perspectiva musical de este cante con la capacidad creativa que le supo aportar Enrique Morente o el sentido rítmico de Chano Lobato.

Juanito Valderrama, en “Mi España querida”, el libro de memorias y recuerdos que le escribiera Antonio Burgos, en 2002, comenta que: “Esta escuela de todos esos cantes americanos, la guajira, la vidalita, la milonga, fue mejorada luego con creces por Pepe Marchena. La cogió Marchena, e hizo famosos todos esos estilos, dichos a su forma.

Y en cuanto a la colombiana, ni fue ni vino. No se movió de aquí, porque Marchena creo en 1930. La creó totalmente Marchena, por así decirlo, de nueva planta.

Resulta que vino un trío colombiano a Madrid, al cabaré Alcázar, que estaba donde el mismo teatro, en la calle de Alcalá, y cantaba aquello de:

Quisiera ser colorete
pá adornar la carita
y darte un beso en los labios
y comerte la boquita...

Marchena iba todas las noches allí al cabaré, a un palco, se extrañaba la gente de verlo llegar y era que estaba aprendiéndolo. Aprendió aquella y otra colombiana que comenzaba:

Quisiera ser perla fina
de tus pulidos aretes
pá besarte en la boquita
y morderte los cachetes
¿quién te manda ser bonita
que hasta a mí me comprometes?

Pero de lo que aquellos hombres del trío colombiano cantaban a lo que hizo Marchena había un abismo (…). Esas canciones de allí de Colombia las cogió Pepe Marchena aquí en España, las aflamencó y las grabó en 1931, el mismo año de la República, componiendo esa nueva forma musical, junto con Hermenegildo Montes”.

El Diccionario Flamenco de José Blas Vega y Manuel Ríos Ruiz comenta que: “Antonio Hita Hidalgo, sostiene la siguiente y documentadísima teoría acerca de la historia de la colombiana: «Este estilo no fue nunca cante de importación, pues jamás existió en nuestro país hermano. La colombiana fue creada y cantada sólo dentro de nuestras fronteras, por lo cual no debería incorporarse nunca, junto con los denominados cantes de ida y vuelta. Efectivamente, la colombiana es relativamente moderna, siempre que consideremos moderno un estilo que tiene de vida poco más del medio siglo. Su nacimiento y posterior divulgación nace de los años treinta, cuando el tan vituperado, por determinados artistas y críticos de esta generación, don José Tejada Martín Niño de Marchena, junto a don Hilario Montes, y tomando como base de su creación, entre otras formas musicales, la rumba española, realizan una composición aflamencada a la que bautizan con el nombre de colombianas y que en su segunda parte era interpretada a dos voces (esta segunda a modo de acompañamiento)”.

Por lo tanto, pienso que, si bien la colombiana, la podemos encasillar en los cantes de ida y vuelta, lo debemos afirmar con bastante cautela y aclarar, llegado el caso, de que es una creación personal con ritmos latinos y perfectamente aflamencada.

* José Tejada Martín ’Pepe Marchena’.

4 comentarios

volandovengo -

Escribir de la colombiana surgió de una discusión con unos amigos sobre si era o no cante de ida y vuelta. Es verdad que a Naranjito le iban esta clase de cantes. Lo tendré más en cuenta.

Alberto Granados -

Toda una entrada enciclopédica, Jorge. Siempre me han gustado las colombianas y se me hace inevitable mencionar a uno de mis cantaores que siempre te menciono: Naranjito, que las hacía genialmente: (También hacía unas guajiras magníficas).
Se agradece la línea de tus últimos posts: rigor, exactitud, buen hacer...

Un abrazo,

AG

volandovengo -

Encantado, Luis, de formar parte de tu listado. Y que informes en esta misma página me parece bien, así nos enteramos todos. Gracias por ver interesante mi blog.

Luis Lucena Canales -

Hola, Jorge. Nos conocimos en una fiesta en la terraza de Mario. Soy el cantautor. Llevo un blog de blogs, un agregador, que se llama en Granada.

http://engranada.blogspot.com/p/blogs-de-granada.html

He incluido tu blog. Si no te parece bien me lo dices.
Perdona que te lo escriba aquí, pero no he visto ningún correo de contacto.

Muy interesante tu blog.

Saludos