El coco
Tengo un amigo que responde al nombre de Coco (lo vi el otro día). Tengo una amiga que responde al nombre de Coco (hace tiempo que no nos vemos). Ambigüedad andrógina que suele pasar con algunos sobrenombres o diminutivos. Lo mismo ocurre con Chus o con el catalán Pau.
Coco también es uno de mis muñecos favoritos de Bario Sésamo; el fruto tropical de las palmeras; una bacteria; la cabeza pensante del ser humano; o el personaje imaginario con el que se le mete miedo a los niños, como el hombre del saco o el mantequero.
Curiosamente, leyendo entre otros a Corominas, nos enteramos de que el cocotero, árbol procedente de las tierras ribereñas del Océano Índico, aunque se extendió por el Pacífico, en Europa, antes del Descubrimiento, no se conocía.
Fueron los compañeros portugueses de Vasco de Gama en 1498 los que bautizaron su fruto navegando por la costa Malabar.
Cuenta el filólogo que tal nombre le fue dado por comparación de la cáscara y sus tres agujeros, con una cabeza con ojos y boca, como la del coco o fantasma infantil; personaje documentado ya en 1518 en una comedia del portugués Gil Vicente.
Sin embargo, continúa Corominas, ya en el año 1330, el árabe Abenbatuta insistía en la notable semejanza de la cabeza esférica del coco, groseramente figurada, con el de estos frutos.
2 comentarios
volandovengo -
Gastronomía Flamenco Punk -
Luego hay otr@ Coco, Cocó Chanel...