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volandovengo

Adela Campallo y la elegancia

Adela Campallo y la elegancia Unas tonás bien templadas, en el bronce de Juan José Amador padre, dan paso a las seguiriyas con las que comienza la joven bailaora sevillana su velada. Adela Campallo (1977) es una bailaora de oficio que ha pasado por los grandes maestros de la danza flamenca. Su entrega sin condiciones es reconocida por un público que ovaciona sin parar. Varios minutos de aplausos a su término harán que la bailaora propine un improvisado fin de fiestas por bulerías. En lo que llevamos de Muestra, éste es el remate más serio y profesional de cuantos se han propuesto. Las "pataíllas" finales no tienen que deslucir la velada. No se trata de que sin sentido se prolongue la fiesta a su término. Tampoco se trata de poner el punto cómico a los postres y hacer bailar hasta a las jirafas de los micros, aunque todo se agradece. En lo que debe consistir un bis flamenco es en que, con tono desenfadado, se ofrezca una nueva guinda, cuasi preparada (pues todos saben se les va a pedir), que termine de endulzar la noche, con alguna sonrisa cómplice.

Tras estas seguiriyas en blanco y negro, los dos tocaores, Mariano Campallo y Paco Iglesias, nos sorprenden con unas deliciosas granaínas a cuatro manos. Es de agradecer que en la ciudad de la Alhambra se interprete este palo por músicos foráneos con tanto sentimiento.

Adela vuelve, tras estos minutos musicales, con su habitual fuerza, a bailarnos unos aires de Cádiz. Su temperamento ciego le hace a veces hasta perder el equilibrio y su elegancia sólo queda mermada por las bastedades que propone en sus alegrías, que si bien son comunes en la tradición flamenca, hoy por hoy, cuando la suerte de provocar ya no es necesaria, se deben ir relegando con recursos más sutiles.

Después de unas bulerías que hace el cuadro de atrás, Campallo se prepara para terminar la faena por tangos. El soniquete seduce a la bailaora como en una ceremonia de trance, al tiempo que seduce a los asistentes al espectáculo. La finura de sus movimientos es sobresaliente y su baile en general muy femenino. Un gran futuro aguarda a los flamencos que trabajan y estudian día a día.

2 comentarios

volandovengo -

No la conozco en otra faceta que no sea la de bailaora, pero seguro que tienes razón, Chati. No hay nada más que verla.

chati -

como bailaora te enbruja como madre dulse y tierna como persona es todo amor y bonda