Blogia
volandovengo

Reconociendo a Manolo Osuna

Reconociendo a  Manolo Osuna

Como advertí, el flamenco no cesa, como el rayo de Miguel Hernández. La noche del viernes tuvo lugar el homenaje a Manolo Osuna, cantaor con la voz de pozo y la mirada infinita, aún a sus ochenta y tantos años. El festival fue en el Palacio de los Córdova, uno de los escenarios más bellos entre los escenarios bellos al aire libre de Granada.

Antes de meterme en materia, creo que debería hablar de las formas, pues, aunque todo homenaje sea bienvenido, hay detalles que enrarecen los motivos.

La primera certidumbre es que fue un acto francamente electoralista, promovido por el partido y con preferencia de los primeros ediles de la ciudad. Seguidamente, creo que fue un golpe bajo con respecto al festival de Asprogrades, que estaba anunciado desde tiempo ha ese mismo día en el Teatro Isabel la Católica. Supongo, por otra parte, que el cartel estuvo impreso antes de avisar (¿conminar?) a los artistas para que participasen, lo que explicó algunas ausencias de altura (Estrella Morente, Antonio Canales, Miguel Ochando), lo que afectó a los asistentes que habían acudido atraídos por tales cabezas…

Pero, como digo, el festival fue festival, el flamenco fue flamenco, la gente respondió en masa (unas 500 personas, cálculo), y el homenajeado se llevó el calor de la gente y un generoso aporte económico para seguir tirando. Porque Manolo, como muchos flamencos de su época, vive el momento, más vale pájaro en mano y Dios proveerá.

Como dijo Curro Albayzín en la presentación, si hubiera seguido en Sevilla y no se hubiera afincado en Granada, la tierra del olvido, sería un cantaor reconocido, a la altura de Caracol o Mairena, porque facultades tiene, porque conocimiento le sobra, porque es flamenco desde que se levanta hasta que se acuesta. Porque nuestro árbol da grandes y sabrosos frutos, pero maduran y caen al suelo ante indiferencias varias, a no ser que vuelen para ser saboreados en Madrid, en Sevilla, Barcelona o Jerez. Léase Cobitos, léase el Nene de Santa Fe, léase la saga de los Coloraos…

Muchos flamencos se acordaron en este día de Manuel Torres, el Niño de Osuna. Muchos quisieron reconocer a un vecino tan entrañable del Albaicín y del Sacromonte, así como reconocen al artista, así como reconocen al maestro. Todos lo conocen. Todos lo conocemos y nos destocamos en su presencia. Qué no se pierda su arte, qué no se apague su voz, qué el tiempo no nos venza de nuevo. Hay quien, me dijeron en el festival, está recuperando sus grabaciones y lo está haciendo cantar para mantener su testimonio. Porque aún goza de buena voz, de talento y de memoria, y, aunque ya no tenga las facultades de su gloriosa madurez, mantiene un brillo encomiable.

Es difícil hacer mención de los flamencos que pisaron el escenario de los Córdova por la cantidad y por cierto miedo a las malas pasadas del olvido, pero sí quiero destacar algunos momentos exclusivos como las seguiriyas de ‘El Parrón’, como los tangos de Marina Heredia, donde un improvisado guitarrista (Alfredo Mesa), dio una lección de profesionalidad, el baile por alegrías de Juan Andrés Maya o Angustias ‘La Mona’ por soleares.

* Manolo Osuna con Jaime Heredia "Parrón" en el Festival Internacional de Música y Danza de Granada, 2009 (foto probablemente de Antonio Conde para deflamenco.com).

2 comentarios

volandovengo -

Antonio, la foto la tomé de la web y así se encabezaba (http://www.deflamenco.com/revista/pagina.jsp?codigo=2466). Gracias, no obstante, por la aclaración.

Antonio -

La foto no fue en el festival de musica y danza.fué en un espectáculo de Marina Heredia"Cancionero del Sacromonte"