Ternera mozárabe a la sidra
Durante los últimos años en Marruecos del conocido viajero Ibn Battuta (1304-1969), para combatir unas fiebres y debilitamiento adquiridos en su reciente travesía por los desiertos centro africanos, se impuso como dieta semanal, concretamente los miércoles, degustar algunos filetes de ternera, nunca más de tres, partidos en lonchas no muy finas, en aceite de oliva, con ajo, cebolla y piñones, y un generoso chorreón de extracto de manzana de las Hespérides. Para redundar en el sabor de dicho tajín, Ibrahim al-Luwati at-Tanyi, nombre verdadero del peregrino islámico, añadía durante su cocción sal al gusto, pimienta larga, cominos en grano, ciruelas de Agen y pasas de Corinto.
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