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Día a día

La riqueza instrumental de Paxariño

La riqueza instrumental de Paxariño

Qué gran concierto y qué poco aprovechado. El sobresaliente que alcanza Javier Paxariño, uno de los máximos representantes de la World Music de España, y el resto de su banda, no rozó el sobresaliente por las condiciones del concierto.

Me enteré a última hora, pero no podía perderme las propuestas de Paxariño en Granada, su ciudad de origen (después me lo dijo). Venía a ilustrar un congreso sobre inmigración en la facultad de Ciencias Políticas.

Empezó bastante más tarde de lo que estaba anunciado, pues debía supeditarse al ritmo del congreso, que se alargaron sus sesiones y después hubo un catering a manera de recepción. El sitio destinado para el concierto no era el salón de actos sino un aula grande y fría habilitada para tal que ocupamos menos de una treintena de personas y la mitad de ellas ajenas al evento académico.

Una pequeña palestra les servía de constreñido escenario que difícilmente se veía ante la planitud del aula de pupitres terriblemente ordenados. Una luz fluorescente e invariable terminaba por afear el ambiente.

Paxariño y los suyos, sin amilanarse un ápice, dieron un recital de categoría, como si los estuvieran observando tres mil espectadores. Tratándose de unas jornadas migratorias, sabiamente quisieron hacer un viaje por el mundo centrados en el Mediterráneo, aunque con puntas de estrella bien visibles. En cada estación mudaban los vientos, o sea, el instrumento soplado por el titular de la banda.

Comenzaron con una pieza breve chinesca en escala pentatónica, que es la clave que identifica la música oriental. De China pasan a Grecia y de aquí se expandieron por territorio turco, llegando a las montañas de Anatolia, donde se acuerdan del pueblo Kurdo, con un curioso compás por seguiriyas. Desde aquí empezó a tomar protagonismo en la velada un clarinete metálico originario de Turkía.

Pasamos después a oriente medio con un tema extendido por todo el Islam, procedente de Córdoba del siglo noveno, para desembocar en propuestas bereberes con ritmo de bulerías.

Aunque, al no tomar nota, puede que se me olviden temas, altere el orden y pierda detalles, su recorrido por las tres culturas que han denominado la Península Ibérica: la musulmana, la judía y la cristiana, caracterizaban el recital.

Un tema propio de gran riqueza nos fue acercando al final donde saltaron a Argentina, haciendo una pieza de un músico de Astor Piazzolla, que no logro recordar su nombre. Aquí destacaron los solos del pianista, a pesar del órgano tan limitado que se obligó a manejar (después me confesó que el teclado “sonaba poco pero desagradable”); y los del percusionista, David García, grande donde los haya. Demostró el dominio del bombo que, para un baterista es lo principal. Por mucho juego de manos que se tenga si no se controla el compás del pie derecho es difícil destacar en la batería.

Los instrumentos eléctricos que en interacción con los acústicos generaban un espacio mágico

Un tema de percusión, dirigido por este baterista, donde tañían dos medias calabazas en sendos barreños de agua, un par de tambores de distintos tamaños y unas piedras que entrechocaban imprimiéndoles agudeza al conjunto, representaría la personal guinda étnica.

Un rápido bis sefardita (la facultad la cerraban) puso fin a un concierto tan bueno como desaprovechado, repito.

Canciones de la vereda

Canciones de la vereda

Éste es el prólogo que he escrito:

Oficialmente, el flamenco ya es Patrimonio Oral de la Humanidad. La Unesco nos avala. Entre otras cosas, este galardón reconoce la herencia inmaterial de nuestro arte, o sea, su cultura oral.

Ser flamenco es una actitud. Flamenco no es el que canta, baila, toca la guitarra o hace compás, sino el que vive flamenco. Se despierta flamenco y se acuesta flamenco. Así, en este mundillo, también se encuentra el aficionao’, el amante del buen hacer, el que siente la queja, el soniquete y el pellizco, el que alguna vez ha encontrado el duende, aunque no sepa explicar bien lo que es.

Son muchos los intelectuales que se han acercado, como reconoce Friebe, con mucho respeto. Autores que han compilado letrillas, descubriendo en éstas la enormidad de su simpleza. Engarzar en tres versos toda una historia es una tarea enorme y al mismo tiempo sumamente básica.

Algunos se han atrevido a proponer poemas y estrofas para ganar la recompensa de correr anonimamente de boca en boca y no recoger la medalla del prestigio. Pocos han cuajado, la verdad. Pero se canta, sin saber muy bien su autoría, a Lorca, a Ganivet o a Benítez Carrasco. Pero lo más se cantan las ducas de los propios cantaores que, con su cultura popular, divisan el mundo.

Es tan oral el flamenco que cada vez que se canta suena distinto. Una de las características del flamenco es su proceso repetitivo. Desde que hay memoria, siempre se está cantando lo mismo: las mismas letras bajo el mismo esquema musical. Su grandeza estriba en la interpretación del momento, siendo habitual el trueque de palabras, el uso de coletillas, el recorte o ampliación de los tercios, etc.

No todos los que recogen letrillas las plasman fonéticamente, aunque ejemplos hay, como Demófilo, el padre de los Machado. Pero mucho menos, el que se atreve a proponer algunas estrofas, que lo suela escribir en andaluz, pues esta lengua, sin querer polemizar, es más hablada que escrita. Incluso no hay sólo una manera de hablar andaluz, sino hay formas varias, como vario es el terruño sur peninsular.

Juan Carlos Friebe, como buen corredor de fondo, sabe esto y se aventura como niño en casa abandonada. Con una base sorprendente en la canción flamenca, cuadra sus letras para ser cantadas, las escribe como son dichas y elabora convenciones personalísimas a la hora de transliterar el habla andaluza.

Sus textos, de esta manera, son ricos en apóstrofos, síncopas, elipsis o cursivas, haciendo de su lectura, de su medida en concreto, algo arbitrario. Es una forma, como podía haber usado otros códigos, verbigracia, vocales abiertas al final de las palabras o sustitución de la “s” y la “l” por la “r”. Sea como sea, la cuestión es que sus letras cuadran, que se pueden cantar y que tienen el aire deseado, es decir, las alegrías son alegrías, las carceleras carceleras o las soleares soleares.

Ni qué decir tiene, que antes de aventurero, Juan Carlos es poeta. La riqueza argumental a que nos tiene acostumbrados, el ritmo en sus composiciones y la rima interna son marcas de la casa. Y no contento con esto, nos propone de cuando en vez notas a pie de página que enriquecen y justifican el canto aludido, a la vez que expande el paladar del lector solitario. Aunque este cartón huye de la soledad. Como refiere el autor al final de los textos, estos poemas no son para ser leídos, sino para ser cantados, para ser escuchados. No es un libro de encierro, sino una copla común llena de complicidad.

Atendemos en Juan Carlos Friebe, no sólo con este trabajo, sino con buena parte de su producción, un poeta experimental, preocupado por nuevos lenguajes y extensiones, como pudieron ser Juan Ramón Jiménez o Juan Eduardo Cirlot, que se regodea en el sonido y en los arpegios. Tantea el terreno y, como en un vals, da tres pasitos para adelante y tres pasitos hacia atrás, para descubrirse enteramente en los Fandangos, en el Pregonado o en la Coda triste, dedicada a Enrique Morente hace ya algunos años.

Mucho más se podría hablar, mucho nos desvela el poeta en su barroco colofón, pero mucho más hay por descubrir desde el momento que pasemos esta página.

* El "cartón" de Juan Carlos Friebe Canciones de la vereda se presenta esta noche de lunes (7 de febrero),  a las 22,30, en la Venta el Gallo del Sacromonte.

Eternamente Pablo

Eternamente Pablo

El tiempo pasa. Nos vamos poniendo viejos. Desde que asistí al concierto de Pablo Milanés en el Pabellón Municipal de Deportes de Albolote, el pasado día 27 de noviembre, no dejo de cantar sus canciones. Te he visto pasando del brazo de un hombre. Fue como una deuda que tenía conmigo mismo. La canción suramericana, esa que se llamó “canción protesta”, me ha acompañado desde siempre, quizá desde que tengo uso de razón o quizá desde que tengo razón de uso, que no es lo mismo pero es igual. La prefiero compartida antes que perder mi vida. Ya ha estado Pablo varias veces en Granada, pero por unas razones u otras nunca he ido a verlo. Incluso, la última vez que pasó por aquí, creía que era la definitiva, por su edad, por su salud. Ya ves y yo sigo pensando en ti. Pero aquí lo tuvimos, mayor, enfermo, cansado, pero con su torrente de voz de toda la vida y con su carisma y su afinación y la sabiduría impagable de un puñado de canas. Un culto pleno a la verdad vale mil años más que claudicar. La penumbra, la pobreza en la iluminación, parece que fue él quien así la pidió. Quien brilla con luz propia nunca se puede apagar. La parquedad en el acompañamiento, tan sólo un órgano y un violín eléctrico, tampoco le restó brillo y redundó en la intimidad del recital, que tuvo algunas canciones nuevas, pero la mayoría pertenecían a la banda sonora de todos los asistentes, de una media de edad de 30 o 35 años. Mírame bien, no creo ser el hombre que a cualquier dama asombre y es que mi mejor tiempo pasó. Fue emotivo, alegre, sosegado, comprometido, bello, amoroso, nostálgico, tremendo. Y ahora tratar de conquistar con vano afán este tiempo perdido que nos deja vencidos sin poder conocer eso que llaman amor para vivir. Cantó lo que fue. Fue lo que cantó. Pero echamos de menos pisar las calles nuevamente de lo que fue Santiago ensangrentada, no pedirte que me bajaras una estrella azul o que te cuidaras de esa delgadez extrema.

* Foto de Pablo Peregrín©.

Día de los gitanos andaluces 2

Día de los gitanos andaluces 2

Concurso de cortos

Continuando con las actividades del Día de los Gitanos Andaluces, el 22 noviembre se concedieron los premios al mejor corto gitano, profundizando en el contenido social y en su cultura. Fue la quinta edición del Concurso Audiovisual Gitano Tikinó (que en caló significa corto).

Los organizadores argumentan: Coincidiendo con la dura realidad que está sufriendo en la actualidad la comunidad rumana en Francia y en otros países europeos, Tikinó se sensibiliza con la difusión de una cultura minoritaria que no quiere aislarse como una “minoría marginal” sino todo lo contrario, pretende dar a conocer a través del cine su modo de vida, de familia y de integridad ante una sociedad de la que se sienten parte como cualquier ser humano.

Se presentaron un total de 21 trabajos de algunas ciudades españolas y de parte del resto del mundo, como Eslovenia, Senegal, Venezuela o Argentina, y que fueron proyectados las durante los días 26,27 y 28 octubre en el Centro Sociocultural Gitano de Granada (que, lamentablemente, no pude asistir). Con temáticas tan variadas y reales como violencia de género, inmigración, paro, discapacidades físicas, exclusión, genocidio…

El cortometraje ganador del certamen titula "Contranatura” del director Isaac Berrokal que nos cuenta el drama de una madre de edad avanzada con un hijo abusador. El premio RTVA recayó en el corto "Quejío" de Óscar Parada, afincado en Maracena. Cuenta la historia de un arquitecto o de etnia gitana y sus dificultades para encontrar trabajo y ser admitido entre los de su profesión. El premio Hecho por Gitanos se le ha concedido a Pablo Vega por su trabajo "Romnia”, que, a través de entrevistas, narra la vida de cuatro mujeres gitanas se han roto moldes en las parcelas sociales.

Tres accésit también concedieron, para otras obras de interés divulgativo. Estas son: Nuevos Tiempos de Jorge Dorado y Eva Marciel, La historia de siempre de José Luis Montesinos Bernabé y La pelota de fútbol de Laura González Fernández.

* Fotograma del corto "Nuevos tiempos" de Senegal.

Fiesta del Diente de Oro

Fiesta del Diente de Oro

Llevamos unos días de vértigo. Las actividades se acumulan y las ganas de ser ubicuo nunca han sido tan fuertes.

El jueves 18, en especial, la jornada estuvo cargadita. Tenía invitación para asistir al teatro, a inauguración de exposiciones, a presentaciones de libros, a conferencias o a recitales de flamenco y otras músicas (entre ellas la grabación de un disco para meditar).

Entonces me hice burro, me coloqué mis anteojeras y me obcequé con la Fiesta de inauguración de la temporada del Diente de Oro, entre otras cosas, porque había participado activamente en su organización.

El Diente de Oro es una asociación que trata de salvaguardar la memoria de Javier Egea (poeta granadino autodesaparecido trágicamente en 1999) y que, además de convocar un premio anual con su nombre a escala mundial, realiza varias actividades durante todo el año en torno a la poesía y la creación.

En primer lugar se habló de quienes somos, lo que hemos hecho y lo que haremos. A lo largo del año publicaremos unas plaquettes de poesía en papel reciclado y encuadernados con cartones de la calle (totalmente artesanos). El curso pasado ya empezamos con esta iniciativa underground, que sustituyó a las “Vitolas” (libritos de poesía que llegaron al número 100).

También tenemos presencia en la Feria del Libro, en el FEX, en la red y en otras manifestaciones populares. Y, llevamos dos años, celebrando un arriesgado partido de fútbito entre narradores y poetas.

Durante la fiesta sorteamos un lote de libros (la mayoría escritos o publicados por los mismos miembros de la asociación) y un viaje de relax para dos personas que, curiosamente, le tocó a los mismos.

Cómo no, tuvo lugar la lectura pública de poemas y otros textos y un poquito de flamenco.

Alicia Morales, al cante, y Josele de la Rosa, a la guitarra, quisieron contribuir desinteresadamente a la consecución de ese día festivo en el Entresuelo. Para entonces, los invitados estaban desperdigados por el local y la mayoría tomó el concierto como sonido de fondo pues se oía por los altavoces como si fuese un disco.

La voz clara de Alicia propuso unas granaínas en primer lugar. Canastera donde las haya, dominó este palo dificultoso, arropada por el toque limpio y flamenco de Josele. El tocaor, con una guitarra con salida directa por clavija y mandos individuales, estuvo en su salsa y fue creciendo en su toque.

Tras esto llegó la fiesta con sabrosas alegrías, una rumba muy profesional y unas bulerías cargadas de una improvisación y frescura que no nos queda más que agradecer.

Noche de humor y magia en Víznar

Noche de humor y magia en Víznar

Lo que son las cosas. El año pasado, cuando fui a Víznar para cubrir el festival de flamenco, se me acercó el concejal de cultura, al que conocía de antiguo. Me dijo que el día de ayer, en la Semana Cultural en la que estábamos, había habido una noche de humor, en la que había actuado mi "compañero" Santi Rodríguez.

Santi, conocido como el frutero de 7 vidas, es de Jaén, pero pasó gran parte de su juventud en Granada, donde desarrolló su faceta de humorista. Hubo un tiempo en que formaba el grupo Duodeno (anteriormente Absur2) con un amigo mío, hará como 15 o 20 años.

Por aquel tiempo había también en la ciudad otra pareja fugaz de humoristas, llamados Caricatura, que se alternaban con los primeros en salas y locales con escenario.

De vez en cuando, llevado por la confianza, me animaba a subir a las tablas con unos y con otros para interactuar con ellos o hacer mis pinitos en solitario para divertirme y divertir al respetable, nunca con visión negociadora o de futuro.

Entonces fue cuando Joaquín, el concejal aludido, tuvo contacto con nosotros. Al verme, me relacionó inmediatamente con Santi y la risa y me propuso actuar el año siguiente en la noche de humor.

Sin pensármelo mucho dije que contara conmigo, considerando que de aquí a un año... Pero hará un mes que me llamó y no pude rebatirle.

Mi inseguridad hizo que llamara a Jesús Herrera, antigua pareja humorística de Duodeno, para que me echara una mano.

Así, sin remedio, mañana 17 de agosto, a las 22,00 horas, intentaremos hacer de reír en la Semana Cultural de Víznar, con el horrendo nombre de Scotland Yard Trío. Y, si no tenemos éxito, después tomará posesión de la escena el MagoMigue que enmendará cualquier posible entuerto, que, siendo gratuito, no tendremos que devolver nada más que los anhelos.

* Jesús y Jorge (de derecha a izquierda).

Pasajes Simbólicos

Pasajes Simbólicos

Siempre he admirado de mi hermano Álvaro una desmedida inquietud por hacer cosas. No considera el reposo y rellena sus minutos con mil y una cosas que despuntan como una multidisciplinar Rosa de los Vientos.

De siempre ha coleccionado objetos encontrados, objetos curiosos, que ha diseccionado para verle las tripas y experimentar con ellos a corazón abierto.

Todo tiene arreglo o alguna otra utilidad. El primer tocadiscos que entró en mi casa lo hizo él con piezas de otros que iban desechando conocidos.

Manitas y habilidoso. Sirve tanto para un roto que para un descosido, para una mancha que para un parche.

Aún recuerdo el tiempo en que se hizo un horno para fundir metales y compró un libro al uso. Empezó a confeccionar figurillas de bronce con caracteres muy particulares. A saber: las manos y los pies eran excesivamente grandes. Constante que le ha perseguido hasta el día de hoy y despuntará en una nueva exposición.

Pues de lo que quiero hablar es de una muestra plástica que está exponiendo ahora mismo en la Sala Cartel de Granada (hasta final de mes), realizada con metales y material de desecho.

Sin formación específica, especifica su formación.

Todo tiene su sentido simbólico y artístico. Todo, en un contexto apropiado, tiene una segunda vida, una “segunda oportunidad” para seguir siendo con la misma esencia pero con distinta existencia.

En Canal Sur: http://www.facebook.com/video/video.php?v=134679626566048&ref=mf

* Estrella, 2009. 50 x 50 cm. Hierro, porcelana, pan de oro y plata y acrílico sobre lienzo.

A otra cosa mariposa

A otra cosa mariposa

No sólo de pan vive el hombre. Qué bien me sienta cambiar de dieta. No es que el flamenco sature, eso nunca, pero cuando alguien saca las narices por la ventana y se deja impregnar de otros aromas, no sólo es saludable sino altamente recomendable.

El sábado, octavo día de este mes de mayo, desemboqué en la explanada del Palacio de Congresos, donde se había montado un gran escenario para que actuaran de forma totalmente gratuita algunas agrupaciones alternativas de Granada, organizado por el Área de Cooperación y Desarrollo de la Diputación de Granada, con motivo del fin de las jornadas Alter-racciones sobre las políticas de la UE y sus efectos en el mundo. Las bandas en cuestión eran Maui y Los Sirenios, Son de Nadie, Alpujarra Libre y Fictoria. El ambiente era tremendo, con cientos de personas vibrando frente al escenario, con un sonido espectacular, que se fue diluyendo a los postres, conforme el espacio se iba saturando de parroquianos.

Mi presencia no fue continua, tan sólo presencié los coletazos del primer grupo, que no sé exactamente quienes fueron. Aunque sí estuve casi todo el pase de Alpujarra Libre, que me encantó su marcha, su puesta en escena, su mestizaje (según algunos lo mejor de la noche). Cuando volví al final, Maui (en la foto) embellecía el escenario, pero apenas escuché un par de temas y de aquella manera, pues la afluencia de público a esas horas impedía un mínimo de interés.

Este viernes, casi por casualidad, retomé esta nueva alternativa. Subí al autobús hacia el pueblo de Peligros, donde se desarrollaba el segundo Encuentro de Músicos “Granada Suena”, organizado también por la Diputación, cuya responsable era mi amiga Nelia Reyes, la cual me había invitado.

Llegué directamente al escenario, aunque durante todo el día había habido actividades bastante interesantes (seminarios, conferencias, mesas redondas…). Por orden actuaron de nuevo Maui y los Sirénidos, con su mestizaje aflamencado (quedé prendado de ellos); Sonido Vegetal, con su completa fusión; la dulce canción de autor de Sortilegio; los Veteranos en Granada, música funk, celebrando los 15 años de Funkdación, con su directo rotundo; y, como grupo invitado, Eskorzo, todo un ejemplo de radicalidad comprometida y animación permanente.

Allí no acabó la cosa, sin embargo. Hubo un trasnoche, a manera de jam session en un pub del pueblo, que se le dio en llamar “Noches peligrosas”, donde disfrutamos hasta altas horas de la madrugada con la frescura y buen hacer improvisado de casi todos los músicos que intervinieron oficialmente momentos antes y algunos otros que se apuntaron.

Es grandioso poder observar la buena salud de la música en Granada, en cualquier disciplina; el directo tan fulminante de sus grupos; el sonido tan cuidado; la conciencia mestiza y el compromiso que recogen todo tipo de influencia musical.

 

Acceso directo

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Después de probar durante varios días y no encontrar una solución mejor, podemos crear un acceso directo de este blog arrastrando la palabra subrayada en azul en un recuadro a la derecha a la barra de marcadores (que es la que está debajo de la barra de navegación).

Espero que sea de útil y que me comentéis lo que os parece.

Fiesta Asociación Diente de Oro

Fiesta Asociación Diente de Oro

La India

La India

Ayer inauguró una exposición David Zaafra, como resultado de un viaje a La India. Me confesaba, que los personajes que él ha pintado pueden ser muy bien gitanos del Sacromonte, "si le quitas el turbante", aclaró. "Y el pedazo mostacho", apunté.

Zaafra, está acostumbrado a pintar el flamenco y el gitano (tiene una obra inmensa dedicada a este tema, además de cientos de carteles).

Pero no se ha quedado en eso. David se ha atrevido con El Quijote, Washington Irving, la Alhambra... (o la Alhambra, Washington Irving, El Quijote... se han atrevido con él).

Ha viajado mucho y ha enriquecido con ello su pintura. Es increíble su serie sobre Marruecos (¿también gitanos?). En Nueva York, en la Zona Cero, incluyó en un gran graffiti la cara universal de Camarón.

Pero los viajes de David Zaafra son hacia el interior. El interior de sí mismo, por eso no hace falta que se mueva del sillón, por eso hace falta que recorra, que se beba literalmente, miles de kilómetros. Porque, el viaje más importante, es hacia el interior de los demás.

Zaafra no retrata a personas, retrata sensaciones, pensamientos, estados de ánimo, caracteres.

Mi niño me acompañó a la exposición. Dio una vuelta rápida, lo vio todo y quiso marcharse. Hablé con él y le comenté que una muestra de pintura es algo más. Supone ver cada cuadro por fuera y por dentro, ver la técnica y la pincelada, pero ver también la intención del pintor. Hay que descubrir también la coherencia del conjunto y el ambiente de los personajes, del exotismo en este caso, etcétera.

Muy bien, pero vamos, decía tirando de mi mano. Está bien, me rendí, pero otro día vengo yo solo. Ante la amenaza de no compartir mis cosas con él, claudicó unos diez o quince minutos más, en los que le estuve explicando algunas cosas.

Casi al final, le pregunté qué cuadro le gustaba más. Éste, dijo sin ningún titubeo. Es el mismo que me gusta a mí, reconocí. Y, me extrañó, porque muchos eran más llamativos, montados sobre enormes relojes o en espejos o con molduras de elefante.

Después nos fijamos en el listado. Era el lienzo más caro de toda la obra.

Al decírselo a David, con ojo de entendido, alabó la decisión y buen gusto de Juan.

(Tengo con David pendiente alguna colaboración, pero no encontramos el momento, porque los temas nos sobran. Quizás ese sea el problema.)

* Montaje con tres obras de la exposición.

La reina

La reina

La mañana del domingo llevé a mi hijo al teatro. Comenzaba el XI Festival Internacional de Teatro con Títeres, Objetos y Visual. Un poco a ciegas y un poco escamado, con bastante tiempo, fuimos desmenuzando el camino hasta llegar a la taquilla con bastantes minutos de antelación (soy prepuntual; prefiero esperar, que me sobre tiempo, que ir con la hora adherida en las nalgas.

La obra se llamaba "La casa del abuelo" y, según el programa iba sobre la muerte. "Cuando el abuelo se marcha para siempre, los que quedan, construyen una casa para que no se sienta solo".

Juan no ha vivido, excepto las películas, ninguna muerte cercana. No sabía cómo se lo enfocarían ni cómo él lo vería, lo sentiría.

La obra es bonita. La única actriz, Rosa Díaz, que, a su vez, maneja los títeres estaba llena de sensibilidad y nostalgia. Nos presenta la muerte como una continuación. "Dicen que los que se van sobreviven gracias al recuerdo que de ellos pervive en quienes los amaron..."

Al final, los niños (agrupados en torno al escenario, mientras los mayores ocupábamos las butacas a sus espaldas) disfrutaron, se lo pasaron bien, se rieron e hicieron sus gracias. Los mayores nos derretimos y, al que menos, se nos saltó una lágrima (al lado mía había una joven mamá, de una niña de la edad de Juan, que  lloraba sin consuelo, empapando trozos y trozos de ¿papel higiénico?).

De vuelta a casa comentamos por encima la obra. Ante mis preguntas, algunos monosílabos desganados, me impulsaron a desistir de nuestro minifórum.

Sin venir a cuento, Juan me preguntó:

—¿Sabes cual es la reina de las palabrotas?

—No, ¿cuál es? —contesté alarmado.

Gilipollas —respondió tan tranquilo.

—Es verdad que es la reina, es muy fuerte, no debes decirla, etcétera —intenté ser claro y conciso en mi moralina.

—¿Y la reina de las letras? —siguió preguntando sin hacerme caso.

—No —resumí.

—La a —mi sonrisa le llevó al siguiente escalafón de su juego —¿Y la reina de las palabras?

Sin darme tiempo a pensar, se contestó a sí mismo: —Luz, la reina de las palabras es la luz.

Nunca lo había pensado, creo que no pensé, cuando me impuso otra soberanía.

—¿Y cuál es la reina de los árboles? —no sé si llegué a imaginarme algún árbol con carácter real y género femenino.

Pero el juego no consistía en que yo adivinara, sino en que escuchara su discurso. Así que me dijo:

—Las raíces. La reina de los árboles son las raíces porque por ahí se alimentan.

Cuando más me interesaban sus deducciones, mientras caminábamos, volvimos una esquina y, una cuesta muy larga y empinada, hizo que se olvidara de las reinas y se planteara la bajada en bicicleta. A pesar mío, cambiamos de tema.

Rizar el rizo

Rizar el rizo

Entre la genialidad inocente y el despreocupado despiste se movía Javier Egea, cuando nos convocaron para un proyecto un tanto surrealista. Corrían los primeros días de marzo de 1996 y, a partir de una idea de Alejandro Gorafe, que encamina su obra, que no su persona, por el lado más salvaje de la vida, nos reunimos para recitar en la galería de arte Directo unos poemas previamente grabados. Era la Primera Lectura de Poesía en Playback. Se trataba de abrir la boca solamente, de simular frente a un equipo desenchufado el recitado del poema elegido. (Hasta los taponazos del champagne descorchado se escucharían en off. Las botellas estaban vacías, al igual que los bombones surtidos que repartían las azafatas, perfectamente ataviadas, que sobre su envoltura sólo había aire.)

La sala estaba abarrotada. Más de trescientas personas contemplaban a un grupo de poetas actuando bajo sus mismas palabras que cadenciosamente se derramaban por los altavoces. Javier, el primero en subir al estrado, se encajó los lentes, desdobló su poema, se acercó al micrófono y alzó, como solía, su mano derecha. Cuando empezó a oír su poema, comenzó a recitar por debajo de su misma voz. Era un soneto del Diente de Oro.

Sentimos entonces, que la performance se había duplicado. Era como rizar el rizo. La voz de Egea retumbaba histriónica en la grabación. Él repetía en voz alta el soneto, con el mismo acento, con el mismo deje, con el mismo compás (aunque sólo lo escucháramos los más cercanos).

Sentimos entonces, repito, que habíamos tocado techo, oyendo a Quisquete desdoblado y mirando un papel, haciendo como que leía un poema que sabía de memoria.

* Publicado en la vitola 00/Brindis y comentada ayer en la presentación.

** Retrato de Javier Egea por Juan Vida ©.

Presentación Vitola 00

Presentación Vitola 00
Hoy miércoles, 29 de abril, a las 22.00 h., en el Entresuelo (Plaza de San Agustín nº 2), se presenta la Vitola 00, llamada BRINDIS, pues pretende ser un brindis literario (y espumoso) para todos los amigos de la poesía.
La Asociación del Diente de Oro, colectivo germinado con la función de salvaguardar la memoria de Javier Egea, como sabéis, todos los lunes desde hace cinco años, ha convocado en un local de Granada, primero el Anaïs (ahora Piaf), al que se sumó el Pícaro, a algún poeta de la tierra o vinculada con ésta y a toda la cuadrilla de gentes-satélites que gustan de escuchar palabras hilvanadas con sentido musical.
Después de un lustro y varias borracheras, de palabras, alcohol, amistad y humo, han leído-publicado vitola, al menos un centenar de escribidores de versos. El cuaderno 100 debía recoger algunos inéditos de Javier, pero por motivos que no vienen al caso (aunque puedo dar pistas: cuestión de albaceas, rencillas familiares, herencia espiritual, memoria histórica...), no ha podido ser. Así que, algunos miembros de la Asociación han dedicado sus estrofas a nuestro admirado vate.
Se leerán esta noche, como anuncié en un principio, en la que Egea habría cumplido 57 años productivos.
La Asociación pinchará un barril para brindar con todos los socios, poetas, público y amigos que han colaborado durante estos cien lunes de poesía.
¡No faltéis al Brindis!

Un Ateneo en Granada

Un Ateneo en Granada

El viernes, 6 de febrero, nos vimos gente de letras, sobre todo, con idea de formar un Ateneo cultural en Granada. Un compendio de creadores (en el más amplio sentido de la palabra) que llevan años agitando las cuerdas de la ciudad, manteniendo tensas sus inquietudes. El Ateneo responde a una herencia paralela, solapada y apócrifa de la cultura granadina, que toma como punto de partida el homenaje a Lorca en Fuente Vaqueros el 5 del 5 de 1976 (sin olvidar algunos importantes precedentes).

La suma de voluntades y espíritus inquietos darán buenos resultados. En el ambiente se respiraba la necesidad de animar la cultura bajo un plano artístico, intelectual, librepensador... Colocar a Granada en un sitio preferente. Por lo que siempre ha tenido prestigio, que no fama.

Muy claro quedó la intención de no encasillar al Ateneo bajo ninguna corriente, idea o confesión, para no limitar las fronteras creativas y las acciones que se acometan.

Puede que aún no estén definidos detalladamente los fines de esta asociación, pero la intención de luchar contra las barreras de mentalidades pacatas está clara en un principio (como principio).

Así, barajamos palabras como abierta, independiente, democrática, libre, crítica, tolerante, universal, anticasposa...

Unos estatutos nos darán respaldo legal, además de estampar intenciones y voluntades.

Un manifiesto, al que le dará forma García Montero, será la declaración pública de estos intereses y el pistoletazo de salida para nuestras actuaciones.

Personalmente eché de menos en la reunión otros colectivos para responder a un calificativo multiartíscico. Demasiada gente de letras nos vimos las caras. Tan sólo Juan Vida, como pintor, rompía la monotonía. Pero fue una consecuencia lógica de los convocantes, que acudieron a sus colegas más cercanos. Pero la intención es acoger a todo tipo de artistas plásticos, músicos, gente de la farándula y del cine, pensadores y filósofos.

* Este primer encuentro tuvo lugar en la Cuadra Dorada en la Casa de los Tiros de Granada (en la foto, detalle de esta sala).

¡Larga vida a la copla!

¡Larga vida a la copla!

Enamorados anónimos

Los viejos copleros nunca mueren. Todos los españoles (en el amplio sentido de la palabra), querámoslo o no, tenemos en nuestro interior un rinconcito llamado copla. Son las historias de toda la vida, son nuestros versos, nuestras canciones. Por eso ayer, en el estreno de Enamorados anónimos, dirigido por Blanca Li, en el teatro Rialto de Madrid, se oía cantar por lo bajini en el patio de butacas lo que se estaba interpretando en el escenario. Pero, lejos del tópico de una España de peineta y banderilla, este homenaje a la copla, vapulea el pasado, limpia la canción, imprimiéndole nuevos ritmos, lecturas diferentes, más comprensibles a la sensibilidad del momento. El armazón inexpugnable de las letras de estas coplas, cobran toda vigencia a través del tamiz tan sabiamente extendido. De manera, que las canciones de Quintero, Solano, León, Sabina o Carlos Cano, se reescribieron para muchos años más de vida, quizá un siglo, como se dijo en la presentación, quizá para siempre, podemos apuntar.

Llama la atención la música, como digo, responsabilidad de Javier Limón. Mucho piano, mucho viento, mucha percusión (y el soniquete de la guitarra que no falta), para abordar salsa, bolero, son, rumba o bulería. Llama la atención la parquedad del escenario. Un cajón de blanco impoluto que va cobrando nueva vida gracias al vídeo proyectado (Charles Carcopino); a algunos elementos y telones de apoyo de igual simplicidad y belleza (Paco Delgado) y al esforzado juego de luces (Jacques Chatelet), que se complementa con el impecable sonido (Javier Isequilla).

La caja es la clínica de "desentosicación del amor", donde Eva (Mara Barros), la terapeuta, reúne a un grupo de enamorados anónimos que lo quieren dejar. En esto vemos uno de los grandes aciertos de la obra, el elenco de actores-cantantes, después de un minucioso casting, gobernado por Laura Gutiérrez. La apuesta de cantaores que puedan interpretar y no actores que puedan cantar, imprime una dimensión de calidad en el espectáculo fuera de toda duda. La labor interpretativa de estos chicos ha sido encomiable. Haber visto en escena a cantaores inmóviles y verlos ahora actuar de esa manera es todo un logro y una agradable sorpresa. Carlos Vargas, Verónica Rojas, Susana Guerrero, Ondina Maldonado, Alberto Funes, Alejandro Vega, Selina del Río, Sandra Carrasco, Juanma Mora, Alba Flores, Tanía García, Trinidad Montero o Juan Devel, en orden indistinto, defienden sus papeles, haciéndolos evidentemente creíbles y de un enorme peso dramático. Sin embargo, es el caballo de batalla. La interpretación, aunque fresca y natural, espontánea, es algo que aún hay que pulir. Dentro de unos meses (pues la obra reúne todas las papeletas para alcanzar el éxito que su predecesora en este mismo teatro "Hoy no me puedo levantar"), estará paliada esta carencia.

La gran comicidad de los diálogos, de las escenas, del argumento, es igualmente una bondad añadida. El público no sólo disfruta con el nuevo tratamiento de la copla y la calidad sin fisuras de sus intérpretes, sino que la sonrisa a flor de piel y la carcajada floja son permanentes. Un espectáculo de dos horas, con su ambigú y todo, se nos hace corto al ver un planteamiento tan cercano y familiar, del amor que triunfa sobre el desamor enrarecido. Un amor "sin tamaño ni color", como se canta en uno de los temas. Un amor sin ningún signo, a la medida de cada cual, porque "el amor cuando no hiere mata porque amores que matan nunca mueren".

Y, todo este cultivo bien trabado, se sazona con la sorpresa continua, con elementos aparecidos del foso o descendidos desde el cenit, con las sombras, con las trasparencias, con el cuerpo de baile que, como el coro en las tragedias griegas, está siempre presente para subrayar la escena, para cantarnos lo bueno y lo malo o tan sólo para acompañar al viento, engañando al vacío, rellenando el ambiente. Blanca Li es sobre todo bailarina y coreógrafa. Los elementos de baile están muy trabajados, son frescos, contemporáneos y de una complicidad absoluta con la escena, Bailan sobre bolas de pilates o sólo las piernas con media y tacón a través de puertas abiertas o tomando como partenaire muñecas y muñecos hinchables.

Blanca ha vuelto a aceptar el reto y lo ha vuelto a superar. Guardaremos nuestros próximos sobresalientes para el futuro que promete.

* En la  foto Sandra Carrasco.

Dos granadinos en el último montaje de Blanca Li

Dos granadinos en el último montaje de Blanca Li

Estos días, en el Teatro Rialto de Madrid, en plena Gran Vía, se ajustan los últimos detalles de la nueva obra de Blanca Li, para su gran estreno, que será el próximo jueves, 16 de octubre, relevando al exitoso musical Hoy no me puedo levantar, con las canciones de Mecano.

Enamorados anónimos. El musical de la copla es, como su nombre indica, un homenaje a la copla y al amor, por partes iguales. ¿El amor tiene cura? ¿Para el desamor hay recetas? Como el que confiesa que es alcohólico, dando así el primer paso para su rehabilitación, en esta obra los personajes acuden a la consulta para poco menos que taparse los ojos y decir: "Me llamo tal y estoy enamorado".

La bailarina y coreógrafa granadina Blanca Li (responsable del Poeta en Nueva York del que se ha podido disfrutar durante los dos últimos veranos en el Generalife), junto a Javier Limón (productor de Lágrimas negras de Bebo y Cigala, arreglista de Concha Buika y ganador de 5 Grammys), miran con un prisma contemporáneo la copla española, creando un musical de lujo bajo una nueva visión escénica llena de sorpresas. Javier Limón también produce a Paco de Lucía, quien ha musicado para la introducción del espectáculo el Romance de valentía, uno de los grandes temas del repertorio popular español, cantado por Concha Piquer.

Según declaraciones de la directora, Enamorados anónimos es un intento de modernizar la copla y presentarla a otro tipo de público. "Muchos jóvenes de hoy", explica Li, "no saben qué es este género, y este musical puede ser un punto de encuentro entre los que la conocen y los que no para redescubrirla y para descubrirla, con un traje nuevo".

Enamorados anónimos es una obra coral en la que participan 17 intérpretes, cantaores en su mayoría, pues sabiamente se ha apostado por quienes puedan defender la canción con holgura y trabajar la dramaturgia y no al revés, arriesgándose a que la baza principal del espectáculo haga agua. "Opté por buscar cantantes que defiendan muy bien el momento musical y vamos a trabajar en la parte de actuar", aclara la coreógrafa. A estos artistas los acompañarán 10 músicos y 12 bailarines de la compañía de Blanca.

La obra, producida por Ángel Suárez y José María Cámara, cuenta con los guionistas David Serrano (Al otro lado de la cama, Días de fútbol, Hoy no me puedo levantar), Daniel Sánchez Arévalo (Azuloscurocasinegro), Fernando Castets (El hijo de la novia) y Olga Iglesias Durán (autora del relato Procuro olvidarte, en el que se inspiró la idea de la obra). Junto a este equipo, Blanca Li ha logrado encajar unas dieciocho o veinte coplas tradicionales de Quintero, León, Quiroga o Solano, pero también de los actuales Joaquín Sabina, Carlos Cano o Serrat (incluyendo nuevas composiciones de Javier Limón), en un argumento tremendamente actual, en el que los personajes, afectados de amor, acuden a una clínica de rehabilitación de enamorados. Así, Eva, Alberto, Luz, Sofía, Carla o Daniel visitan el consultorio compartiendo, a través de la canción, sus historias y sus dolores.

La artista granadina también ha contado con su habitual equipo. Paco Delgado, que ha trabajado con Pedro Almodóvar, Álex de la Iglesia, Miguel Martí o Manuel Gómez Pereira, ha sido el encargado de confeccionar el vestuario y el escenario, que es una gran caja blanca llena de luz. "Es sobrio, moderno y sencillo", explica la directora. Jacques Chatelet (Premio Moliére 2001 al mejor espectáculo musical) colabora en la iluminación, Charles Carcopino aporta el vídeo y Laura Gutiérrez en el casting ha sido minuciosa.

La mayor parte del elenco que participa en el montaje de Enamorados anónimos es de origen andaluz. Dos de los cantantes principales son granadinos. Bastantes candidatos (unos diez de Granada) y una audición bastante larga, desde febrero hasta julio, dan paso al comienzo de los ensayos. El reparto estaba decidido. Susana Guerrero y Alberto Funes, artistas de la tierra, figuran entre ellos.

Susana Guerrero tiene bastante experiencia en televisión, radio y escenario. Desde muy niña se dedica a la copla, que es lo que le gusta. También recibe clases de baile y sabe mover la bata de cola con gracia. Ha ganado varios premios y tiene un incipiente currículum discográfico como solista o en compilación. Para ella es una gran oportunidad estar trabajando en una obra de estas características y con personas tan interesantes. Ahora piensa en el engorro de los castings, uno en Sevilla y tres en Madrid. El rasero de Javier Limón tiene los agujeros muy estrechos. La última palabra, sin embargo, fue de Blanca, que tiene una visión más espacial y, aparte de la calidad musical, se fija en la calidez de la persona, en la soltura, en la presencia, en la dimensión artística.

En Enamorados anónimos, ella hace el papel de María. Según Susana Guerrero, es una mujer muy granadina, "la más ’granaína’ de la obra", aclara. "Han querido conservar mi acento andaluz", prosigue, "y soy una ’maruja’ de las que se pueden encontrar cualquier día en el autobús en Graná". María acude, junto a su marido, a la clínica para desenamorarse, pues se odian pero no pueden pasar el uno sin el otro.

A Alberto Funes le viene de familia la afición a la música. Su padre toca el acordeón como aficionado y su hermano también es músico. A los ocho años, este joven cantaor entró en el Conservatorio; a los nueve eligió el violín; y a los dieciséis se enganchó al flamenco. Actualmente es un cantaor que sabe de música y toca el violín. Después de algunos cursos con artistas de renombre (El Pele, Calixto Sánchez, Marina Heredia), algunos premios y el disfrute de una beca en la fundación Cristina Heeren de Sevilla, su entrega fue profesional, con bastantes experiencias en nuestro país y en el extranjero y colaboraciones en trabajos discográficos. Para Funes también es un privilegio trabajar con ese equipo directivo. "Todo un honor y una gran responsabilidad", resume. Cuando salió elegido para formar parte del elenco de actores, se dio cuenta que todos eran mujeres. "Al parecer lo han tenido más difícil con nosotros", explica. Después entrarían más hombres. Aunque realizó varias pruebas, como Susana Guerrero, en la primera audición en el Carmen de las Cuevas de Granada, aprovechando que Blanca Li se encontraba con su espectáculo en el Generalife, ya fue seleccionado. Acudió casi a ciegas. No sabía que tenía que cantar copla y mucho menos actuar. "Me quise morir cuando me hablaron de interpretar", confiesa entre risas.

Para desplazarse a Madrid, Alberto Funes ha tenido que dejar aparcados los estudios de Educación Musical, que realizaba en Granada, los de cante flamenco en el Conservatorio de Sevilla y su faceta como cantaor de flamenco. En la obra hace el papel de Daniel, "un joven un tanto... especial", dice sin querer especificar nada. Misterio que no desea destripar. Tan sólo dice que acude a la clínica atraído por un amor platónico.

Poco a poco, los dos artistas se van adaptando a sus nuevos retos, a las exigencias del teatro, para lo cual cuentan con profesores de canto y de interpretación, y a la vida en la capital. Para Alberto Funes, Madrid le ha abierto una puerta impensable. "En un momento u otro de esta carrera hay que pasar por Madrid, como hicieron en su día todos los grandes. Como lo han hecho Enrique Morente o la familia Habichuela", comenta casi con pena de tener que alejarse de Granada. Susana Guerrero lo tiene muy claro: el trabajo está en Madrid, aunque le gustaría que estas mismas oportunidades se dieran en su ciudad. Si viera la posibilidad de quedarse, firmaría por la metrópoli.

A estas alturas, sin embargo, tanto una como otro no tienen otra cosa en qué pensar que no sea Enamorados anónimos. Ensayan ocho horas al día, incluido domingos. El cansancio es superlativo. Pero también la satisfacción de estar trabajando con una gran compañía, con el ambiente que se ha creado entre todo el elenco y la diversión continua, según aseguran. La cantaora, acostumbrada a la soledad de sus actuaciones, disfruta del trabajo en equipo. Alberto Funes admira sin condición a los que le rodean. De Blanca opina que es "una mente inagotable de ideas, es extremadamente trabajadora y meticulosa". "Intenta sacar lo mejor de cada uno", apunta Guerrero, que piensa que el personaje se adapta un poco a ella.

Enamorados anónimos tiene la intención de convertirse en un referente dentro del mundo del espectáculo. Paralelamente se grabará el disco de la obra, donde se hará un recorrido por las canciones que ocupan el musical. Y, después de su etapa madrileña, empezará una gira para llevar la obra a otras provincias. Es muy probable que Granada esté entre ellas.

Noche del viernes (cont.)

Noche del viernes (cont.)

Al bajar del concierto, me pasé por la peña de Pepe Luis Carmona, que tenía mucha vida. Los viernes, a partir de ya, van a programar actividades. Ese día hubo poesía y algo de música hindú.

Allí encontré algunos flamencos que me arrastraron (me dejé arrastrar, más bien) a la Cueva de la Rocío, que celebraban el cumpleaños de Iván (en la foto) y de Johnatan.

(Es de las primeras veces que he visto a Iván realmente feliz, sonriendo con ganas.)

Tenían música disco que alternaban con música en vivo. Una gran fiesta. Un buen ambiente. Muchos conocidos.

Me limité a tomarme una copa, a hablar más con unos que con otros y en disfrutar observando. ¡Cualquiera movía un pie entre tanto artista, entre tantos bailaores y bailaoras con el ritmo en las venas!

Buenas vibraciones

Buenas vibraciones

FEX

Cientos de veces hemos escuchado algunas de las canciones que proponen Alba Molina y Vicky Luna; cientos de veces hemos musitado boleros y canciones como “Bésame mucho”, “Dos gardenias” o “Piensa en mí”, pero nunca nos habían llegado con esa profunda sencillez. Son temas de siempre, junto con otros de un repertorio más contemporáneo y algunos otros escritos ex profeso para este dúo de sevillanas (como “Dime qué soy” de Paco Cifuentes).

Alba Molina y Vicky Luna, ex integrantes del grupo “Las Niñas”, al que nos recuerdan en algunas ocasiones, se reúnen en un nuevo proyecto donde el sentimiento y la desnudez se dan cita. Junto con el guitarrista de Lebrija Ricardo Moreno, realizan un repertorio acústico, versionando estos cantes en los que se fusionan el jazz y el flamenco, dando participación al blues, a la bossa nova o a la samba. Es un recorrido desde Andalucía hasta Brasil, Cuba o New Orleans y de nuevo vuelta a Andalucía.

Con dos voces muy distintas, de timbres exquisitos, se desarrolla un concierto tan interesante como soso en momentos. Las concesiones al silencio, la relación con el público, los puntos finales, deberían estar más controlados. La mayoría de los temas están cantados a dúo con la linda voz jazzística de Vicky Luna y el leve aguardiente flamenco de Alba Molina, una voz casi siempre afinada como la de su madre, Lole Montoya.

Uno de los temas conseguidos hasta el extremo es la cómica bossa nova llamada “Un pato” de Jayme Silva y Neuza Teixeira, donde se compenetran perfectamente las dos voces. Otros temas sobresalientes fueron “Sobreviviendo”, compuesto por el lebrijano e interpretado por Luna, “Don de fluir” de Jorge Drexler, y, sobre todo, el clásico “Summertime”, de Georges Gershwin, cantado en inglés, con algunas pinceladas aflamencadas de Alba, en el que parecen inaugurar oficialmente la temporada con su “Tiempo de Verano”.

Un gran tanto por ciento de la actuación de Alba y Vicky fue el acompañamiento musical, la guitarra franca de Ricardo Moreno, que no sólo construye un armazón impagable en cada una de las entregas, sino que es compositor de algunas de las canciones y arreglista del resto de ellas. Su sonido moderado, lleno de arpegios y de punteos, ofrecen otra dimensión a una noche llena de matices. Ricardo es el necesario hilo conductor de una agrupación que aún tiene que madurar.

Presentación Letra Clara

Presentación Letra Clara

Como sabéis la mayoría de los pacientes lectores de este blog, colaboro con la revista Letra Clara, de la Facultad de Filosofía y Letras de Granada, desde sus orígenes, esto es, desde hace casi doce años. Es más, fui uno de los responsables de su creación. Es una revista de estudiantes universitarios en la que estoy inmerso más por nostalgia universitaria que por estudiantil. Bueno, en serio. El responsable de la imagen y la maqueta de dicha publicación es un servidor. Por eso me mantengo en sus filas.

Aprovechando mi presencia, no mi influencia, en este número (21) se adjunta un especial de flamenco (un cuadernillo de 32 páginas offset, que es casi como otra revista).

Este suplemento tiene nombre propio, Yerbabuena, y está realizado con gran cariño y calidad entre los colaboradores. Es una manera de acercar al universitario al famenco, de abrirle nuevos horizontes, de presentar este arte como cultura, poesía comprometida, aguda y profunda en sus letras, a la vez que sencillas y categóricamente populares.

Letra Clara, y sobre todo su separata Yerbabuena, se va a presentar el próximo miércoles, 28, a partir de las 8 de la tarde, en la Peña Flamenca de La Platería (Placeta de Toqueros, nº 7, Albaycín), la que se ilustrará, como es debido, con un cuadro flamenco reunido ad hoc, compuesto por José Fernández, al cante, su hijo, de igual nombre, a la guitarra, apoyado por Josele, y al baile María Bertos.

Desde luego, estáis invitados a esta fiesta todos los lectores de este blog (y los ajenos) (si llegan a enterarse) (of course).

¡Cuento contigo! (pasaré lista).